Comentario del lunes 2 de junio de 2025 3z1x4o

Señoras y señores, muy buenos días.

Pues al final no somos tan distintos al resto.

Tenemos un presidente en Estados Unidos que ha sido condenado por un tribunal y por un jurado que, sin embargo, es la máxima autoridad del principal país de la Tierra.

¿En España qué tenemos? En España tenemos un pacto de gobierno que se sustenta fundamentalmente en un prófugo de la justicia que no vive en España y que está esperando como agua de mayo que el Tribunal Constitucional lo considere amnistiable.

¿Se acuerdan de aquellos días? Hace cosas de dos años y pico, no mucho más. Dos años, más o menos.

El señor Sánchez quiere ser presidente del gobierno otra vez.

Para eso llega un acuerdo con los señores de Puigdemont y de Junx que habían montado un follón impresionante en el año 2017, que habían convocado un referéndum ilegal, que mucha gente estaba en la calle ese día y que mucha gente estaba en la calle ese día en contra de su país, España, teóricamente.

Ese señor, tanto para el Partido Popular como para el Partido Socialista, era un delincuente, igual que para los tribunales.

Se inició un proceso legal contra todos aquellos que se montaron aquella orgía política.

El Supremo no dejó ninguna duda al respecto.

Eran condenables porque habían malversado fondos públicos, porque habían prevaricado y porque habían montado poco más o menos que un circo para irse de España.

Con la sentencia del Supremo encima de la mesa, Pedro Sánchez se vino a negociar con el señor Puigdemont a través del señor Santos Zerdán, hoy metido hasta el tuétano en una de las variables del caso Coldo.

En aquellas conversaciones lo relevante era saber si el señor presidente del gobierno, el actual señor Sánchez, tenía el suficiente equipaje moral para negarse a llegar a un acuerdo con un golfo de altura como el señor Puigdemont que podría, sin embargo, serle vital para continuar en el gobierno.

Tenía que elegir.

Tenía que elegir entre equipaje moral o tenía que elegir entre poder puro y duro.

El segundo camino era muy sinuoso porque significaba enfrentarte a tu propio partido, enfrentarte al resto de partidos y enfrentarte a una buena parte de la sociedad y también te enfrentaba, por si fuera poco, al poder judicial que no es cualquier cosa en este país.

El señor Sánchez con aquella decisión adoptaba la postura de cangrenar su acción política y que en algún momento acabase varada y sin posibilidad alguna de éxito, que es lo que está ocurriendo justamente en estos momentos.

Nos dijeron, todos ellos, con el presidente Sánchez a la cabeza, eso es inconstitucional.

Todo lo que tenga que ver con la amnistía para los señores que montaron la independencia de Cataluña es anticonstitucional, no se puede cambiar la constitución para algo de esas características.

Nos lo dijo el presidente, nos lo dijeron sus ministros, no una vez, sino un montón de veces.

Se le preguntó a todos los magistrados sabidos y por haber de este país, se le preguntó a muchos y todos aparecieron diciendo, es inconstitucional, la norma constitucional no permite ese tipo de comportamientos.

Mentira, porque el señor Sánchez, exactamente igual que el señor Trump, están acostumbrados a que sus caprichos salgan adelante.

Y les da igual las consecuencias.

Es un tipo de político, tipo Boris Johnson en Inglaterra, Bolsonaro en Brasil, otros autarcas que conocemos perfectamente repartidos por el mundo, les da igual las consecuencias.

Eso no es importante para ellos.

Llegamos al día de hoy.

Hoy es fiesta nacional.

Fiesta en el PSOE porque el líder cumple 7 años en el poder.

Y el regalo que le da el tribunal constitucional, es una información que hoy publica la mensa mayoría de los periódicos nacionales, donde viene a decirse que en fecha 26 de junio habrá sentencia sobre el asunto de Cataluña.

Y se adelanta que el tribunal constitucional va a avalar el núcleo central de la ley tanistía.

Ese fue el motivo por el que se cambió el tribunal constitucional.

Recuerden que hasta hace cosa de un año tenía una mayoría conservadora, ahora tiene una mayoría progresista, que es la que colocó Sánchez.

Colocó al señor cándido Conde Pumpido al frente, porque tenía que cumplir una misión, esta misión.

En un momento donde tenemos danzando alrededor del presidente del gobierno, un movimiento cloaquero importante, con una señora por medio, que hace cosas muy sospechosas.