Amar en tiempos de huevos revueltos. 464n

Bienvenidos un domingo más a Psicomierdas Fantásticas y Dónde Encontrarlas.
Hoy os hablaré de relaciones.
Cuatro psicomierdas en una.
1. ¿Cómo saber lo que te mereces?
2. ¿No necesitas a nadie para ser feliz?
3. ¿Amor, cona de Amazon, redes y tendencias?
4. ¿Sexo y Burger King?
Y al final respondo a una pregunta muy recurrente que me enviáis al correo.
¿Cómo saber si estoy enamorado?
Por cierto, soy Laura, encantada.
Para empezar, ¿qué está pasando con las parejas?
¿Miras a tu alrededor y hay cada vez más gente sola?
¿O gente que está acompañada pero es infeliz?
¿Gente que tiene relaciones que están desvirtuadas?
¿Gente que solo ha tenido una relación en su vida?
¿Gente que está continuamente en relación con varias personas?
Las aplicaciones de citas son muy fáciles, están a reventar.
Pero las conexiones reales son cada vez más difíciles.
Y es que tener demasiadas opciones es igual a cero compromiso.
Es decir, cuando más opciones tienes, menos capaz eres de seleccionar.
Piensa en tu abuelo, en tu abuelo del pueblo.
En ese pueblo solo había 5 chicas para elegir.
Eligió una y se casó.
Ahora los círculos sociales son más amplios.
Estamos más conectados.
Con Tinder ya ni te cuento.
Y puedes ver que hay 10.000 opciones a un kilómetro de distancia.
Pero el resultado es que nadie se decide por nada.
Siempre hay una opción mejor.
Siempre hay alguien más atractivo, más interesante, con más dinero,
con más abdominales, con más tetas, con menos.
Siempre va a haber alguien que va a viajar más, que ya tiene casa,
gente que lee, ahora gente que tiene un perro.
No, ahora prefiero gente que tiene un gato.
Siempre va a haber algo más.
Porque sabes que hay tantas opciones que si descartas una vas a tener otra.
Y eso es lo paradójico, que cuantas más opciones tenemos hay menos compromiso.
Como cuando vas a comprar ropa y yo entro al Primark y me agobio
de tanta ropa que hay, me saturo.
Solo voy por una camiseta blanca, hay múltiples modelos.
Que si no sé qué, el tipo de cuello, que si blanco roto, que si blanco hueso,
que si cuello en pico, que si cuello en barca, me saturo.
Dame dos opciones y sabré elegir.
Lo mismo que en el supermercado, los yogures.
¿Cuántos yogures hay ya en el supermercado?
Pues lo mismo ocurre con la gente.
La gente está perdida en ese consumismo.
En un mundo que ya está saturado de información, de opciones de ocio.
Aparte a la gente se le exige que tiene que trabajar, que tiene que ir al gimnasio,
tener vida social, empoderarse.
Y al final, aunque haya mucho, la gente se pierde.
Y no saben lo que son, quiénes son realmente.
¿Tú quién eres?
¿El tú con tu familia?
¿El tú en el trabajo?
¿El que muestras en redes?
¿Cómo sabes quién eres realmente?
¿Eres el que se comporta de X manera con su pareja?
Porque después con los amigos te comportas de otra.
¿Eres una proyección de las expectativas de tu pareja?
¿O quién eres cuando estás en grupo?
¿Eres una copia de lo que la sociedad espera?
¿O eres lo que piensas antes de acostarte por la noche?
Y es que cuando no sabes quién eres, no sabes lo que quieres tampoco.
Y realmente somos la parte de nosotros que no queremos ver.
Y es precisamente la que la cultura actual nos anima a evitar.
Pero bueno, eso daría para otro episodio.
Volviendo al tema del amor.
Nos dicen, ámate a ti mismo antes de amar a alguien más.
Sana para amar bien.
Todo ese tipo de psicomierdas, ¿no?
Entonces, ¿gente con problemas no tiene derecho a amar?
¿O gente con problemas?