291. El crimen de Jill Meagher 531057

21 de septiembre de 2012, Melbourne, Australia. Nos encontramos dentro de los estudios de la emisora de radio ABC Melbourne. Jill Megger apagaba los micrófonos, satisfecha de haber terminado con éxito una jornada más. Era viernes, había llegado por fin el fin de semana. El resto de compañeros estaban recogiendo sus pertenencias y hablaban de dónde podían ir a tomar algo para despejarse después de toda una semana de trabajo. Entre todos hacían propuestas de dónde pasar las próximas horas de la forma más divertida y agradable posible, para quitarse un poco el estrés acumulado.

El barrio de Brunswick era una fantástica opción. Allí había bares y pubs de todo tipo y eran famosos por el buen ambiente que tenían. Habían ido ya en otras ocasiones y siempre les había resultado muy grata esa experiencia, así que ¿por qué no repetir? Jill en compañía de varios amigos se acercaron hasta el barrio de Brunswick. Era el cumpleaños de uno de ellos, así que tenían que celebrarlo por todo lo alto. Unos se marcharon pronto a casa, otros pensaron que podían alargar un poco más la fiesta en otro pub de la zona. Risas, música y alguna que otra copa además, sin duda estaban pasándolo realmente bien esa noche.

Cerca de la una y media de la madrugada, Jill se despidió de sus amigos. Les dijo que ya era hora de volver a casa, que su marido estaría esperándola. Una de las amigas de Jill se ofreció a acompañarla a casa para que no fuera sola, pero Jill no lo creyó necesario. Le pidió a su amiga que se quedara con el resto, que ella estaría bien, pero sobre todo que disfrutara de lo que restaba de noche.

Luego Jill salió del bar. 800 metros separaban ese local de su casa, entre 5 y 10 minutos de paseo. Las temperaturas aquella noche eran algo frescas, rondaban los 8 ó 10 grados, así que se puso su abrigo nada más abandonar el bar y emprendió camino dirección a casa. Jill no tenía miedo, había hecho ese trayecto y otros muy parecidos sola y de noche.

Sin embargo, esta vez iba a ser diferente, porque alguien estaba escondido, acechando y esperando a que llegara el momento oportuno para atacar a Jill Mager. Hoy nos trasladamos hasta la localidad de Melbourne, en Australia, para conocer el caso de una joven irlandesa de 29 años llamada Jill Mager, cuyo caso acaparó la prensa del país por cómo se produjo su desaparición. Las circunstancias que rodearon el caso y lo desconcertante que fue, conforme iban averiguando información sobre lo ocurrido, hizo que las redes sociales también cobraran, y mucho, su protagonismo.

Acompañe a lo largo de los próximos minutos a conocer el caso de Jill Mager, a descubrir quién era ella, qué le sucedió esa noche tras abandonar ese bar, y sobre todo, cómo se resolvió este caso. Nos adentramos en un nuevo True Crime, aquí en Crónicas de la Calle Morgue. Nuestra historia de hoy en realidad comienza en Irlanda, en una ciudad situada a 55 kilómetros al norte de Dublín llamada Drógeda.

Drógeda se caracteriza principalmente por su historia, que sigue viva como una historia de violencia e intolerancia a la vida humana. Pero, además de ser un lugar