
27-05-25LDH - Tiempo de Pascua, Martes VI. Vísperas 5j5z2v
Descripción de 27-05-25LDH - Tiempo de Pascua, Martes VI. Vísperas 6c2r3x
TIEMPO PASCUAL MARTES DE SEMANA VI Propio del Tiempo. Salterio II 1n491l
Este contenido se genera a partir de la locución del audio por lo que puede contener errores.
Buenas tardes a todos. Bienvenidos a la liturgia de las horas, las vísperas en el martes de la sexta semana de Pascua. Honremos a nuestro Dios que resurge a la vida con su luz ilumina a la iglesia, hace que resuciten nuestras almas, nos libró del castigo en las aguas del santo bautismo.
Dios mío, ven en mi auxilio. Señor, date prisa en socorrerme.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo, como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.
Nos reúne de nuevo el misterio del Señor que resurge a la vida, con su luz ilumina a la iglesia, como el sol al nacer cada día. Resucitan también nuestras almas, que tu muerte libró del castigo, y vencieron contigo al pecado en las aguas del santo bautismo.
Transfigura los cuerpos mortales que contemplan tu rostro glorioso, bella imagen del Dios Invisible que ha querido habitar con nosotros.
Cuando vengas, Señor, en tu gloria, que podamos salir a tu encuentro, y a tu lado vivamos por siempre, dando gracias al Padre en el reino. Amén.
Aspiren a los bienes del cielo, no a los de la tierra. Aleluya.
Oigan esto todas las naciones, escúchenlo habitantes del orbe, plebellos y nobles, ricos y pobres. Mi boca hablará sabiamente, y serán muy sensatas mis reflexiones. Prestaré oído al proverbio, y propondré mi problema al son de la cítara. ¿Por qué tendré que temer los momentos de peligro? Cuando me cerquen y acechan los malvados que confían en su opulencia y se jactan de sus inmensas riquezas, si nadie puede salvarse ni dar a Dios un rescate.
Es tan caro el rescate de la vida que nunca les bastará para vivir perpetuamente sin bajar al sepulcro. Miren, los sabios mueren, lo mismo que perecen los ignorantes y necios, y legan sus riquezas a extraños.
El sepulcro es su morada perpetua, y su casa por los siglos de los siglos. Aunque hayan dado nombre a países, el nombre no perdura en la opulencia, sino que perece como los animales.
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo, como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Aspiren a los bienes del cielo, no a los de la tierra. Aleluya.
El Señor me salva de las garras del abismo. Aleluya.
Este es el camino de los satisfechos, el destino de los hombres insaciables. Son un rebaño para el abismo. La muerte es su pastor, y bajan derecho a la tumba. Se desvanece su figura, y el abismo es su casa. Pero a mí Dios me salva, me saca de las garras del abismo y me lleva consigo.
No te preocupes si se enriquece un hombre y aumenta el esplendor de su casa. Cuando muera no podrá llevarse nada. Su esplendor no bajará con él. Aunque en vida se felicitaba, ponderan lo bien que lo pasas. Irá a reunirse con sus antepasados, que no verán nunca la luz.
El hombre rico e inconsciente es como un animal que perece.
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo, como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Comentarios de 27-05-25LDH - Tiempo de Pascua, Martes VI. Vísperas 4c5e2d