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¡Hola, buenos días! ¡Hola, buenos días! Un café, por favor.

Y a ver si tiene usted una aspirina, por ahí.

Resaca, ¿eh? No, que llevo metido siete horas en un avión.

Entonces le voy a poner un montadito de loco.

Pero ¿está rico? Riquísimo, de la casa.

Bueno, venga, pues el montadito, pero el café rápido, ¿eh? Ahora se lo pongo.

¿Qué pasa? No, no, no se equivoque, no.

Es que estaba leyendo ese anuncio que hay ahí abajo, que...

Por eso no se venden periódicos en España.

Por los gorrones.

¿Se da cuenta de que si todos hicieran como usted, los periódicos cerrarían? Pues no, eso no lo había pensado.

Pues piense, hombre, piense.

Oiga, mire, yo no quiero ser pesado, no la quiero molestar más, pero es que yo compro la prensa todos los días.

Lo que pasa es que acabo de llegar de viaje y estaba leyendo...

Oiga, que tampoco hace falta que se justifique, ni me dé la charla a estas horas.

Y también esta tarde en el centro firmará libros el célebre escritor Tomás Santillana.

Menudo trabajo el de ese Tomás Santillana.

Ya me gustaría a mí pasarme las tardes echando firmitas.

No es tan fácil, Miguelón.

Primero hay que escribir un libro, ¿o no? Y leer unos cuantos periódicos, ¿sí? Aquí está el cafetito.

Gracias.

Perdone, lo siento, lo siento mucho, perdóneme.

¿Pero qué ha hecho? ¿Pero será torpe? Sí, hombre, sí, manche también el periódico.

Sí, tíreme el zumo de paso.

Claro, como no lo ha comprado usted, ¿verdad? Vaya muy amigable, te ruego.

Se ha enfadado.

Claro, es que con ese carácter...

Paciencia, hombre.

Cóbremelo a mí.

Y al zumo también, cóbremelo.

Hola, buenos días.

Sí, me llamo Luis Sanz.

Quería ver a Pablo Serrano.

¿Soy director? Sí.

Le acompaño yo mismo.

Con permiso.

No, deja, deja, que pesa mucho.

Bueno, Pablo.

No dejar aquí entrar.

Esté usted tranquilo que no lo toca nadie.

Menudo soy yo.

Muchas gracias.

Uf, mucho fallón, ¿no? Bueno, no tiene usted idea.

Y a medida que avanzan las horas, peor todavía.

Sí, sí.

¿Me dejas pasar? Perdón.

Hola, Herminio.

Hola.

Esto es para Internacional, ¿vale? Sí, sí.

Oye, Willy.

Dime.

Te llamo Rosa.

¿Qué Rosa? A estas horas saludan.

Pero si lo viera usted a las seis, están que muerden.

No, si ya, ya sé lo que es.

Llevo 20 años en esto.

El señor director no está.

Vamos a la sala de juegos.

Muy bien.

Así que usted también es de esta guerra, ¿eh? Pues sí, señor.

Además, precisamente hoy es mi primer día de trabajo.

¿Ah, sí? Pues sígame usted, sígame usted.

Pasa, pasa, pasa.

Cuidado, cuidado, cuidado.

Oye, ¡hey! Que se te ha caído un teletipo.

Tíralo tú mismo.

Esta es Ana, de local.

Una chica con carácter.

¿Y entonces esto es local? Sí, esta sección es de local.

Y esto es la subdirección.

Y el resto de las secciones y istración están en otra planta.

Pero espera un momento, que voy a ver si está don Pablo.

Muy bien.

Ah, hola.

Hola, Germín.

¿Está don Pablo? No, no está.

Mira en el despacho.

¿Tampoco estaba? Ah, pues no sé.

Ay, Germín.

Hola, ¿qué? Hola.

Mira, es que te voy a decir algo.