
Descripción de 1901. No sois del mundo 715sb
Meditación sobre el Evangelio del sábado de la V semana de Pascua. El Señor nos dice que no somos del mundo y por eso el mundo nos odia. Se refiere a ese mundo mundano, opuesto a Dios, fruto del pecado: la cultura de la muerte, de las apariencias y del egoísmo. Si somos cristianos verdaderos, ese mundo nos perseguirá: es señal de que no hemos perdido el sabor al Crucificado. ¿Quieres anunciarte en este podcast? Hazlo con advoices.com/podcast/ivoox/874295 2c5z4n
Este contenido se genera a partir de la locución del audio por lo que puede contener errores.
Por la señal de la Santa Cruz de nuestros enemigos, líbranos Señor Dios nuestro, en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Señor mío y Dios mío, creo firmemente que estás aquí, que me ves, que me oyes. Te adoro con profunda reverencia. Te pido perdón de mis pecados y gracia para hacer con fruto este rato de oración. Madre mía inmaculada, hoy estamos en sábado, nos acordamos especialmente de la Virgen, sábado de mayo. Madre mía inmaculada, San José, mi Padre y Señor, ángel de mi guarda, intercede por mí.
El evangelio de hoy, de la misa de hoy, es un evangelio, de estos evangelios que nos zarandean un poco y que sorprenden porque no es un evangelio lleno de cosas bonitas, todo el evangelio es bonito, pero no es un evangelio lleno de cosas como fáciles de cumplir o atractivas o de apariencia fantástica y maravillosa. No, no, no, sino que Jesús no tiene un marketing mentiroso. Jesús no anuncia hamburguesas gigantes que luego son mucho más pequeñas de lo que ponían en la foto. Jesús es la verdad. Y tú, Señor, eres tan distinto al mundo. No camuflas nunca la verdad. No vendes una versión edulcorada de ti.
Hoy en día pues hay cerveza sin alcohol, azúcar que no es azúcar, sacarina, tabaco sin nicotina. Es como vivimos en el mundo de las apariencias, del fake un poco. Pero todas esas cosas no están mal, están muy bien.
Pero bueno, Jesús, ya digo, no se camufla. Tampoco es una persona que vaya con un lirio en la mano, sino que asume todo el mal del mundo, todo el mal que circula por nuestras venas, por nuestra sangre humana. Él sabe de qué está hablando. Pero en fin, Señor, vamos al Evangelio, vamos a tus palabras. Dice así Jesús, justo en la última escena, después de haber hablado de la parábola de la vida y de los sermientos y de la ley del amor. Si el mundo os odia, sabed que me ha odiado a mí antes que a vosotros.
No, es como, si fuerais del mundo, el mundo os amaría como cosa suya, pero como no sois del mundo, sino que yo os he escogido sacándoos del mundo, por eso el mundo os odia. Señor, es una frase rotunda, el mundo os odia.
Recordad lo que os dije, no es el siervo más que su amo. Si a mí me han perseguido, también a vosotros os perseguirán. Una promesa que no deja de cumplirse.
Cuántos cristianos perseguidos hay ahora mismo en todo el mundo. Si a mí me han perseguido, también a vosotros os perseguirán. El Señor no nos engaña.
Lo primero, Jesús, es que hay algo que me sorprende aquí y es, pero el mundo, ¿a qué mundo te refieres? Porque el mundo que Dios creó, dice la Biblia, dice el libro del Génesis, que vio a Dios que era bueno y cuando Dios creó al hombre, vio a Dios que era muy bueno. El mundo es una criatura de Dios, no puede haber, no puede ser malo como tal. Y sin embargo tú dices que el mundo te odia a ti y nos odiará a nosotros y que nosotros no somos del mundo. ¿Cómo se resuelve esto? Bueno, el mundo al que se refiere Jesús es el mundo mundano.
Ese mundo no creado al principio sino el mundo después de la aparición del pecado. El mundo herido desde el corazón del hombre porque igual que el hombre era como el punto de o de la gracia de Dios con el mundo, también a través de ese pecado del hombre el mundo ha sido como infeccionado del pecado.
En Juan, en el apóstol Juan, el evangelista, siempre el mundo tiene como un matiz ligeramente negativo. El mundo, el demonio y la carne son como los enemigos del alma. ¿Y qué significa señor esto de que no sois del mundo sino que yo os he escogido sacándoos del mundo? Pues significa que nosotros no somos de ese mundo mundano, aunque sí somos del mundo evidentemente, en el sentido del mundo como creación, claro que somos de ese, pero que tú nos has escogido
Comentarios de 1901. No sois del mundo 2a3w6s