1808. Salir de la pose 81l6h

Antes de empezar este audio, te quiero recordar dos cosas. Una, que si quieres ar conmigo de manera privada, puedes hacerlo en la dirección o arroba buscadoresdesentido.es. Y si quieres hacerme algún aporte económico, puedes hacerlo a través de cualquiera de los medios que te dejo en la descripción de este episodio. Vamos con el audio de hoy. Muy buenos días. Estamos un poco liados porque todavía yo creo que vivimos más de poses que de acciones realmente.

Estamos muy atrapados en el parecer. Y una de las cosas que nos da mucha entidad en este parecer es estar enfadados o estar molestos. Incluso tener una actitud triste en la vida, como de transmitir cierta tristeza o pesadumbre, porque hay mucha gente que sufre. ¿Cómo te vas a reír? La risa y la alegría siempre han estado perseguidas, porque siempre ha habido sufrimiento. Y si hay sufrimiento, tú tienes que tener cara de compungido. Es una manera de empatizar con los demás.

Y de compartir con ellos su dolor. Hacer lo que es hacer no se propone hacer mucho. Se propone parecer.

Y como hay tanto sufrimiento, los seres humanos tenemos que mostrar empatía ante ese sufrimiento.

¿Y cuál es la manera de mostrar empatía, aparte de entender al otro? ¿Hacer algo para acabar con el sufrimiento, transformarse uno personalmente y cambiar de vida? No, no, no. Tampoco te pases.

Es estar preocupado o sobre todo enfadado. Enfadado da mucho caché. ¿Qué estás haciendo? ¿Estás transformándote, dejando el miedo atrás y haciendo cambios en tu vida que transforman la sociedad porque te estás convirtiendo en un agente de transformación de la sociedad? Bueno, bueno, bueno. Tampoco hay que pasarse. Yo estoy en mi salón, en mi trabajo, intentando estar seguro, pero estoy muy enfadado.

Y no me parece nada bien que la gente se esté riendo. Y no me parece bien que la gente tenga una actitud positiva en un ambiente tan negativo. Y no me parece bien que la gente, que a la gente le guste la alegría. La alegría, por Dios, ¿cómo podemos hablar de alegría? Seamos serios. Hay que estar enfadados y hay que salir y protestar. Y luego yo vuelvo a mi casa y hago mi vida de siempre. Alguien que parece. Es una crítica dura la mía.

Porque ¿a quién estoy criticando? A ti y a mí y a todos. Esto es un parecer. Vamos a de huello con cualquiera que hable de otra cosa. De la alegría, por Dios, a de huello. Pero luego, ¿yo realmente qué estoy haciendo? ¿Qué está uno haciendo para transformar la cultura en la que vive? Más allá de estar enfadado. Estás actuando, tomando acción, arriesgando. Arriesgando lo que podemos arriesgar nosotros hoy, que es casi nada.

Un poco de prestigio, que te critiquen, un par de euros aquí y allá. ¿Está uno haciendo algo de eso? ¿Está uno transformando su vida? ¿De verdad, donde cuesta? ¿De verdad, donde duele? Y siendo un agente transformador de la cultura, no hace falta tener una pose en la vida. Para ser. Cuando hay que ser, hay que ser. Y la pose y el discurso y desde yo estoy enfadado y yo soy muy serio, no estoy con tonterías. No, no es necesario.

Donde se ve a una persona es en lo que hace, en cómo se transforma a sí misma y cómo está transformando su entorno. Ahí es donde está el movimiento. De eso se trata de transformarse, no de tener una pose ni una militancia.