05x31 La increíble maldad de Dominique Pelicot 455940

Hola, aquí comienza El Señor de los Crímenes. ¿Qué tal estás? Espero que todo te vaya muy bien, como tú te mereces. Muchas gracias por estar ahí y por formar parte de este pequeño programa, de este podcast en el que intentamos ser cada día un poquito más fuertes, sacar claves que nos permitan luchar contra los asesinos, los violadores, los malvados del día a día también que nos rodean y que nos hacen la vida imposible.

Y hoy creo que vamos a aprender mucho porque nos vamos a introducir en la mente de un auténtico monstruo, de un ser humano absolutamente abyecto, capaz de hacer creo que una de las peores cosas que puede hacer alguien que es traicionar a la persona que más cerca tiene, en este caso a su esposa que estaba absolutamente enamorada de él y a la que va a convertir en una especie de guiñapo para que allí hombres desconocidos vayan y hagan con ella lo que quieran.

Es algo inimaginable. Pues bien, ha ocurrido y hay una persona, Giselle Pellicot, que se ha puesto delante de todo el mundo a decir, mira, esto me ha ocurrido a mí, te puede ocurrir a ti y ya está bien de sentir vergüenza cuando nos pasa algo como esto, porque por desgracia son muchas mujeres las que son violadas en el mundo. En nuestro país sabes que las cifras de violaciones van en aumento y que tenemos que ser conscientes de ello.

No tenemos que tener miedo, pero hay que saber lo que ocurre para poder combatirlo. Y para conocer el caso Pellicot vamos a contar con la ayuda de Clara Murillo, periodista, reportera, que va al lugar de los hechos y recoge la información como se hacía antaño. Y en este caso ha estado en Francia sabiendo de primera mano todo lo que ocurría con este asunto. Vamos a ar con ella.

Clara Murillo, compañera, periodista, bienvenida a El Señor de los Crímenes.

¿Qué tal, Paco? Un placer estar aquí contigo.

Oye, me hace mucha ilusión que acudas a la llamada de este pequeño podcast, porque sé que eres de esas periodistas que está al pie de la noticia, como llevo yo muchos años haciendo. Es un trabajo difícil y me gustaría saber lo primero, que seguro que a la persona que está al otro lado le interesa, ¿cómo lo llevas tú? ¿Cómo es estar en primera línea en la televisión donde tú trabajas? ¿Cómo es estar en un lugar donde ha ocurrido algo o donde está sucediendo algo? Bueno, Paco, ¿qué te voy a decir? Tú eres el primero que lo sabe porque también estás en primera línea.

Probablemente sea la parte más difícil de esta profesión, como decimos nosotros, estar en la calle. Porque la gente que nos dedicamos al mundo de los sucesos, al mundo del crimen, yo siempre digo una frase que escuché hace muchísimo tiempo decir a un compañero y es que por suerte o por desgracia, cada día acompañamos a familias, a amigos, a personas que están pasando por el peor día de su vida. Entonces sí que es cierto que es un trabajo muy duro, pero tanto a nivel profesional como sobre todo a nivel personal, Paco, aprendes mucho de cómo es capaz la gente de sobrevivir.

Porque cuando le ocurre una desgracia a una persona cercana, la gente lo que suele decir es que su vida se paraliza y que lo que tienen que hacer es sobrevivir. Entonces es cierto que es complejo, pero se aprende mucho de todo lo que pase, se aprende mucho sobre todo de la gente. Y eso de las víctimas que siempre nos conmueven, nunca pensamos que nos puede ocurrir a nosotros, pero por desgracia estamos rodeados de ejemplos y también se aprende mucho del malvado. ¿Qué has sentido al estar cerca de algunos casos donde, sin ninguna duda, se muestra a alguien que es capaz de hacer las peores cosas imaginables? Pues Paco, sí que es cierto que si una cosa he aprendido y voy aprendiendo en el día a día, es que los malos, por decirlo de alguna manera, están alrededor, están en todos lados.

Pueden ser nuestros vecinos, pueden ser nuestros compañeros, puede ser cualquier persona y muchas veces es muy complicado llegar a darse cuenta hasta que no ocurra una desgracia. Normalmente el sitio donde nos encontramos cara a cara con los malos suelen ser en los juicios, porque al final como periodista te permiten entrar en esa sala, te permiten escuchar absolutamente todo y sí que es cierto que