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DAZIBAO SEGUNDA TEMPORADA PROGRAMA NÚMERO 5 VULNERABLES DANY FLORES LA HABITACIÓN DE MR. FLOWERS VULNERABLES Sería el título de mi próxima película, si fuese cineasta, pero, dado que no lo soy, me conformaré con compartir unas cuantas ideas susceptibles de formar parte de una historia para ser contada.

Empezaré confesándome adicto a la vulnerabilidad emocional, yendo de la mano de mi propio guión de vida, que pide a gritos un receso.

Creo que nos pasamos la mayor parte del tiempo en intentar descubrir qué adjetivos mejor definen nuestra personalidad o nuestra actitud ante la vida, y así justificarnos.

Ser fuertes desde la debilidad, rebeldes en la humildad y alegres en la tristeza.

Antagonismos que, en su más pura esencia, justifican a sus contrarios y no pueden vivir los unos sin los otros.

Débil, endeble, delicado, frágil, inerme, indefenso, desvalido.

Todos estos adjetivos, compatibles con la vulnerabilidad del existir, nos prometen un futuro complicado y no exento de oscuridad.

En estos tiempos de tanta farsa e injusticia, donde parece que sólo el fuerte tiene cabida, los que tenemos resquicios, fracturas y debilidades pasamos a un segundo plano.

Aunque he de confesar que me encanta el eufemismo del perfil bajo.

Yo todo lo veo desde la perspectiva del creador, es mi mundo, y observo, de reojo, lo que sucede con las manifestaciones de las diferentes expresiones artísticas.

Ejecuciones perfectas donde no cabe el más mínimo error, pues de lo contrario nunca formarás parte de ese olimpo sólo reservado a los maestros de la ilusión, pero donde sólo el touché brilla por su ausencia.

Combatir el insomnio a base de diazepam no es garantía de nada, y la adicción está a la vuelta de la esquina.

Abanderar una causa imposible bajo el manto de la inseguridad, vulnerabilidad forzada, supone tal pérdida de tiempo que no nos lo podemos permitir, a no ser que vivamos lo suficiente como para poder enmendar errores, cambiar actitudes y frecuentar bares de autoayuda por el mero hecho de sanar.

¿Qué opción queda más que aceptar lo inevitable? Disfrutar de lo impreciso no es un planazo, pero apetece un devaneo con la incertidumbre, y ya veremos.

Si yo, como persona vulnerable, soy más propenso a ser dañado, he de encontrar lo que representa esa vulnerabilidad emocional y darle la vuelta en positivo.

Dejarme al descubierto en ciertos momentos puede ser un buen recurso para conectar. Mostrarme tal cual soy, renunciando al perfeccionismo, pues de lo contrario se genera el conflicto. Vulnerabilidad y perfeccionismo no se llevan muy bien que digamos, y yo puedo presumir de ambos.

Como dicen los coaches de hoy en día, cuando somos vulnerables somos auténticos, y esa autenticidad es simplemente ser consecuente consigo mismo, y mostrarse tal y como uno es.

Dejemos que la vulnerabilidad como sinónimo de debilidad se quede atrás, en el olvido, para asumir una nueva perspectiva.