03x24 - ¿Qué pasó en casa de los Winger? 6f3w2n

El 23 de agosto de 1995, Donna Winger regresaba de Florida de ver a sus padres con su hija de tres meses, a la que había adoptado junto a su marido Mark apenas dos meses antes.

La madre de Donna, en un afán por hacerle la vida más cómoda a su hija, había contratado un servicio de shuttle, o una lanzadera, para que recogiera a Donna y a la pequeña Bailey del aeropuerto y las llevara a su casa de Springfield, ya que Mark se encontraba en una conferencia fuera de la ciudad.

El viaje fue inusual, atípico, muy incómodo para la recién mamá. El conductor, Roger Harrington, conducía demasiado deprisa, hablaba de fiestas sexuales y de que tenía una voz en su cabeza que le decía que tenía que hacer daño a alguien.

Donna se sintió muy incómoda y no respiró tranquila hasta que llegó a su casa casi dos horas después.

Esta era la primera vez que ambos se veían, pero no sería la última. Seis días después, los dos estarían muertos.

Preparaos algo para tomar. Si vais en el coche, escuchad atentos, pero conducid con cuidado. Y si os habéis puesto este podcast para dormir, tal vez hoy os cueste un poco más.

No os adelanto nada, así que, como siempre, mi nombre es Susana García y esto es Más Allá del Crimen. Comenzamos.

Donna no sintió miedo, pero sí una especie de incomodidad que no era propia de una persona que regresa de un viaje familiar a casa con su bebé en un taxi.

No era muy normal que un conductor le contara aquellas barbaridades a una desconocida y no en un viaje corto, precisamente.

Durante casi dos horas estuvo en tensión, tanto que, nada más llegar a su casa, llamó a su marido Mark y a una de sus hermanas para contarles lo que acababa de experimentar.

Su hermana trató de calmarla, le dijo que estuviera tranquila, que ya estaba en casa con su pequeña Bailey y que todo había pasado.

Su marido le pidió que redactara todo lo que había pasado, tal cual había ocurrido, para que no se olvidara de ningún detalle en caso de que decidieran presentar una denuncia contra Roger.

Durante los días posteriores, los Winger empezaron a recibir llamadas anónimas.

Algunas fuentes aseguran que en estas llamadas preguntaban por Donna y en otras que tan solo se escuchaba una respiración.

Alguien al otro lado se quedaba callado escuchando.

Mark, convencido de que quien les estaba acosando era Roger, no se quedó de brazos cruzados y llamó a la empresa de taxis Bart Transportation para reportar el incidente y no en un torno amigable, desde luego.

Esta empresa tomó las medidas oportunas y Roger, que llevaba tan solo seis meses trabajando para ellos, fue suspendido de su empleo.

Pero antes de seguir, permitidme que empiece desde el principio como hago siempre.

Donna Ellen Brown nació el día de noviembre de 1963 en Hollywood, Florida. Era la mayor de tres hermanas y provenía de una familia de origen judío bastante acomodada.

Tanto ella como sus hermanas y sus padres eran una piña.

La pareja se divorció cuando ellas eran muy pequeñas y tiempo después su madre se volvió a casar.

Su nueva pareja, Ira, fue un auténtico padre para las tres niñas, aunque mantenían muy buena relación con el padre Cash.

Donna creció feliz con el sueño de ser madre algún día. Era lo que más deseaba en esta vida, ser mamá. Era muy divertida, cariñosa, muy familiar y para finales de 1988 tenía un trabajo.

Se había asentado pero le faltaba algo. Quería casarse, tener hijos, tener su propia familia.

Por eso cuando su compañero de trabajo le comentó que conocía a la persona perfecta para ella, no se lo pensó dos veces y decidió ir a la cita a ciegas que este chico le había preparado.

La persona con la que Donna se iba a citar era el hermano de este compañero de trabajo.

Mark Alan Winger, también de origen judío, nació en Ohio.

Estudió en el Instituto Militar de Virginia, donde se graduó en física en el año 1985 y se alistó en las Fuerzas Armadas de Estados Unidos como teniente segundo.

Estuvo dos años, uno de los cuales...