El Viaje de la Luz Dormida x2t5c

El viaje de la luz dormida en un pequeño pueblo enclavado en un valle rodeado de montañas que parecían custodiarlo vivía adal un hombre común cuya vida era tan predecible como el sonido del reloj que colgaba en la pared de su sala cada día seguía el mismo patrón levantarse al amanecer trabajar en su taller de carpintería regreso ir a casa cenar en silencio y acostarse aunque tenía lo suficiente para vivir cómodamente algo dentro de él no estaba en paz adal era conocido por su carácter reservado y su andar cabizbajo a menudo evitaba el o visual no por timidez sino porque sentía que no tenía nada valioso que ofrecer los di días pasaban como páginas en blanco de un libro acumulándose sin una historia que contar en el fondo se preguntaba si así seria todo hasta el final de sus días una tarde mientras dejaba una mesa encargada por un vecino adal se distrajo al mirar por la ventana vio a un grupo de niños jugando al borde del bosque sus risas llenaban el aire y el no pudo evitar preguntarse en qué momento había perdido esa alegría sencilla esa conexión con el presente esa noche tumbado en su cama los pensamientos lo asaltaron con más fuerza que nunca que estaba haciendo con su vida porque sentía que cada día que pasaba era una oportunidad desperdiciada el insomnio lo empujó a levantarse y salir al aire libre caminó sin rumbo por las calles desiertas del pueblo siguiendo el sonido de sus pasos en el empedrado llegó hasta la colina que daba vista al valle donde solía jugar de niño allí se sentó sobre una roca y dejó que el silencio lo envolviera fue entonces cuando recordó algo que su abuelo le había dicho años atrás mientras pescaban juntos en el río la vida no es solo sobrevivir adal es encontrar qué puedes dar ya quién puedes ayudar eso es lo que llena el alma en ese momento las palabras no significaron mucho para él pero ahora resonaban con una claridad nueva a la mañana siguiente adal decidió hacer algo diferente en lugar de empezar a trabajar en su taller como siempre salió a caminar por el pueblo observo a la gente a su alrededor con una atención que no recordaba haber prestado antes notó al anciano que cargaba leña con dificultad a la mujer que intentaba calmar a su bebé mientras hacía la compra al joven que barría la plaza con una expresión de cansancio por primera vez en mucho tiempo se sintió parte de algo más grande que él mismo en los días siguientes comenzó a tomar pequeñas decisiones que rompían su rutina ayudó al anciano a llevar la leña a su casa y escuchó con interés las historias de su juventud reparó un banco en la plaza sin que nadie se lo pidiera preparó juguetes de madera y los dejó en la puerta de las casas donde sabía que había niños algo en su interior empezó a cambiar al darse cuenta de que podía marcar una diferencia en la vida de los demás el vacío que lo había consumido durante tanto tiempo comenzó a llenarse no con cosas materiales sino con un sentido de propósito con el tiempo la gente del pueblo empezó a notar el cambio nadal su andar se volvió más erguido y su mirada más cálida a menudo lo veían charlando con los vecinos ayudando en la plaza o enseñando a los niños a trabajar la mar será pero lo que más llamaba la atención era la serenidad que emanaba de él una paz que parecía contagiosa una tarde mientras descansaba en el banco que había reparado un niño se acercó y le preguntó adal por qué haces tantas cosas por los demás adal respondió porque descubrí que la vida tiene sentido cuando dejas de pensar sólo en ti y empiezas a preguntarte qué puedes hacer por los demás el niño parecía meditar sobre sus palabras antes de volver corriendo a jugar adal se quedó allí observando cómo el sol se escondía detrás de las montañas dar nunca se convirtió en alguien famoso ni dejó una gran fortuna pero dejó algo mucho más valioso una huella en las vidas de quienes lo rodeaban cuando finalmente llegó su momento de partir el pueblo entero se reunió para recordarlo no como un hombre extraordinario sino como alguien que había vivido con propósito y había demostrado que incluso en la vida más sencilla se puede encontrar un sentido profundo