
"Vampiro", un relato de Andrés Botero 3w1fr
Descripción de "Vampiro", un relato de Andrés Botero d6p1o
Este relato ha sido posible gracias a la alianza de la Escuela de Imaginadores del maestro Juan Jacinto Muñoz Rengel y Noviembre Nocturno... No duden en visitarla para descubrir nuevos y maravillosos delirios de conciliábulo literario. https://www.escueladeimaginadores.com Infinitas gracias a su autor, Andrés Botero, por cedernos su texto y su talento. La llegada de la industrialización y la construcción de urbes gigantescas dibujó un nuevo paisaje en el que ambientar las maldades y peripecias de los vampiro. La literatura fantástica y de terror de la segunda mitad del siglo XX trajo consigo nuevas incorporaciones al elenco. El vampiro era capaz de adaptarse, mimetizarse con el entorno, siempre oculto en el abrigo de la noche. Incluso liberado de algunas de sus maldiciones, nuevas características que sumar a las del vampiro tradicional, más sutiles y certeras a la hora de retratar los horrores de los nuevos tiempos… Y así es como llegamos a nuestro relato de esta noche... ¿Quieres anunciarte en este podcast? Hazlo con advoices.com/podcast/ivoox/11421 5u6w65
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En esta tumba, esta que rozo ahora con mis manos, yace el primero de los hijos de Cain, dormido bajo el plomo fundido.
Fueron tantas las noches en las que soñó con la luna roja, tantas madrugadas desnudas bajo el oscuro cielo de esa mirada tormentada por las horas.
Su cuerpo servirá de recipiente, se derramarán océanos de sangre caliente en su nombre, y en las avenidas de los jardines del Edén brotarán las flores carmesí.
Sirvan estos dulces y delicados versos de la diosa Muerte para honrar a los hijos de la estrella ardiente. A ti, nuevo lucero del alba que nos escuchas soñar, que vienes a robar de nuestros pálidos labios el último beso de tu estirpe.
Vampiros. Un poema de Alberto Martínez Cárcedor.
Oh sí, amigos. Vampiros. Esas extrañas criaturas de apetito insaciable y hábitos nocturnos que se han abierto camino poco a poco del inconsciente colectivo a nuestros corazones. Sus orígenes se pierden en los confines del tiempo. Desde las empusas, las lamias y las estrigas, en Asia, África, América y Europa, los vestigios de nuestros antepasados nos hablan de espíritus y demonios de naturaleza bestial y pesadillesca.
Muertos que vuelven de nuevo a la vida. Demonios y espíritus malignos. Brujas, hechiceros, nigromantes obsesionados por la sangre y la usurpación de la energía de los mortales. El primer registro conocido de la palabra vampiro en la literatura occidental proviene de principios del siglo XVIII, aunque los conceptos de seres similares ya existían en muchas culturas anteriores.
En 1732, un informe militar de un médico austriaco hablaba de un presunto vampiro aparecido en Serbia de nombre Arnold Paole. Aquí se utilizó el término vampir, de origen serbio y probablemente referencia de esta palabra en otras lenguas europeas. Poco después, en 1734, la palabra vampire apareció en inglés impresa por primera vez en una antología de poesía publicada en la revista de Harleian Misalany.
Estos primeros registros no eran aún literatura de ficción, más bien documentos y reportes sobre creencias populares y sucesos considerados reales en aquel momento. Pero después, después llegaría el vampiro de Polidori, en 1819, considerado el primer cuento literario de ficción moderna sobre vampiros, que determinó la imagen del vampiro aristocrático y seductor, alejándose del folclore original. Después, la muerta enamorada de Teofil Gutiérrez, Carmila,
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