TerrorActo #71: Especial Smile 4n6d52

Hola a todos, todas y todes y bienvenides a un nuevo episodio del podcast de Terror Acto y como siempre me acompañan Al, ¿cómo estás? Hola, muy bien, muy bien.

Uy, qué miedo. Para quien no lo vea está sonriendo, para quien no lo vea que es todo el mundo, salvo nosotros, está sonriendo de una forma muy creepy. Narciso, ¿tú qué tal? Pues bien, bien, estoy bien.

Yo estoy bastante bien. Esta tarde he ido a ver Until Dawn, que está curiosa, y hablaremos de ella, supongo.

¿Y el apagón qué? Ah, el apagón, calla, el apagón.

Es el tema, es el tema.

Como yo estoy en casa ahora, mucho tiempo, en solitario, me quedé sin luz, sin poder comunicarme de ninguna manera y me quedé esperando a que Richard volviera del trabajo porque en algún momento tenía que volver a ver si lejos de mi casa seguía siendo normal o no. Salí, me acerqué al supermercado, vi que estaba colapsado, que nadie tenía luz y dije, me vuelvo a mi casa. Me hice una ensalada y comí en silencio, enfrentándome a mis propios pensamientos. Horrible, sinceramente.

Pero viene bien de vez en cuando, ese tipo de quedarse a solas con uno mismo.

Me fui a dormir pronto.

Porque aquí volvió la luz a las once y media.

Y aquí, igual. Pero a mí me tocó un poquito los cojones porque vino en mi día libre. El apagón fue en mi día libre del curro, el único día que tengo. Estaba yo aquí, solico, en mi piso y a oscura, que yo el día libre lo dedico a estar tirando el sofá, viendo películas y leyendo. Y nada, me comí una mierda, la verdad.

Y luego encima llega mi novia del trabajo, que sale a las once de la noche y ella puede aparcar en una zona que está casi por la afuera. Está en un descampado y aparca ahí.

Y claro, la calle completamente oscura. Esto era horrible. Completamente oscura y fui a recogerla. Así que me llevé una navaja y una linterna porque no sé lo que puede pasar por el camino porque estaba la calle completamente oscura y yo escuchaba muchos gritos, como gente haciendo el gilipollas.

Maldita gente, pasándoselo bien. Voy a coger una navaja por si acaso.

Pasándoselo bien, no. Cuando tú lo único que escuchas en la oscuridad son como carcajadas de mandril, te da mal rollo.

A mí me daría miedo, la verdad.

Claro. Así que nada, ese fue mi lunes.

Igual también, escuchando esos gritos o carcajadas de mandril, te puedes pensar que unos se han puesto a organizar por su cuenta la purga y aprovechando que se ha ido la luz, se han puesto ahí a matar gente y se lo están pasando bien. Así que está bien la navaja, sí.

Claro.

Está bien.

No tuve que... Vamos, nada, ¿no? O sea, bien, todo bien, ¿no? Pero prefiero, como decía Cristian el Leiter en Amor a quemar ropa, prefiero tenerla y no necesitarla que necesitarla y no tenerla.

Ya, también. A mí me pilló trabajando, me dejaron salir hora y media antes de mi turno porque lo que es el generador de emergencia se le iba a acabar ya la batería y ya está.

Y luego llegué a casa hora y pico después, en vez de tardar 35 minutos, que luego suele tardar el autobús. Pero claro, como no funcionaba ni el metro ni el tren, pues las carreteras colapsadas y ya está. Y luego ya en casa, pues en vez de estar mirando redes sociales, bueno, aparte de ordenar con la casa a oscuras y con la ayuda de la linterna al móvil, pues también a leer con la linterna al móvil.

Y al menos tenías batería, ¿no? Para usar la linterna del móvil.

Claro, sí. Aproveché en el trabajo y lo pude encargar. Y es eso, en estos casos el móvil sirve para poco más que para hacer de linterna.

Tampoco era plan de estar con la linterna, ¿no? Porque si yo el móvil lo tenía al 60%