Sexto Continente 2025-05-12 (Lectura de la elección de León XIV – Mariathon de Radio María) x1x4q

Sexto continente, dirigido por el obispo de Orihuela Alicante, Monseñor José Ignacio Munilla.

Un cordial saludo a todos los oyentes de Radio María.

Un día más, con la gracia del Señor, nos disponemos a realizar este programa radiofónico llamado Sexto continente, que lunes y viernes de 8 o 9 de la mañana, una hora menos en las Islas Canarias, realizamos aquí en directo en Radio María España.

Ayer celebrábamos el Domingo del Buen Pastor y la Iglesia Católica daba gracias a Dios porque tenemos un sucesor de San Pedro, el 267 sucesor de San Pedro, León XIV.

Obviamente en el programa de hoy quisiera trasladaros impresiones, la lectura que podamos hacer de este nombramiento y lo primero, lo primero que quiero deciros es que creo que hemos recibido una lección de confianza en Dios y una lección de eclesialidad que no debiéramos de olvidar nunca, porque vamos a, yo creo que siendo sinceros, creo que tenemos que reconocer que muchos de nosotros estábamos nerviosos, estábamos nerviosos porque veíamos en la situación de la Iglesia pues muchas facciones, porque es que cuando a veces oíamos hablar de qué es lo que cabía esperar de la reunión del cónclave, aunque criticábamos ese tipo de lecturas, acabábamos asumiendo el hecho de que existiesen bandos, el hecho de que también entre nosotros estuviésemos divididos como el mundo está dividido, teníamos miedo, teníamos miedo. También es verdad que lo han alimentado los medios de comunicación cuando en estos días previos a la elección en tantas tertulias oíamos y se oía hablar de aquello como si esto fuese un parlamento con distintos partidos políticos en su seno.

Y entonces eso ha podido generar en nosotros una inquietud. Pero digo que creo que aquí estamos en una situación en la que el Señor nos ha dicho, hombres de poca fe, pero ¿por qué habéis dudado? ¿No sabíais que yo estaba cerca de vosotros? ¿No sabíais que yo amo a la Iglesia mucho más de lo que vosotros la amáis? ¿Que yo os prometí que no os dejaría solos, hombres de poca fe? ¿Por qué habéis dudado? Creo que es una auténtica lección de confianza en Dios y de eclesialidad la que hemos recibido en estos días.

Entonces, ¿qué es lo que tenemos que hacer? Pues lo primero, dar gracias a Dios. Esa providencia de que haya sido el domingo del buen pastor el que haya acogido al nuevo sucesor de Pedro es maravillosa. Y entonces, en un día como hoy, ¿qué tenemos que hacer? Pues rezar el Salmo 23 con absoluta alegría. El Señor es mi pastor. Nada me falta.

En verdes praderas me hace recostar. Me conduce hacia fuentes tranquilas y repara mis fuerzas. Me guía por el sendero justo, por el honor de su nombre. Aunque camine por cañadas oscuras, nada temo, porque tú vas conmigo. Tu vara y tu callado me sosiegan. Preparas una mesa ante mí, enfrente de mis enemigos, me unges la cabeza con perfume y mi copa rebosa. Tu bondad y tu misericordia me acompañan todos los días de mi vida y habitaré en la casa del Señor por años interminos.

Y este es el Salmo que rezamos porque se ha demostrado en este conclave que cuando nos ponemos a rezar, cuando toda la Iglesia ora, cuando nos ponemos a la escucha del Espíritu Santo, cuando entendemos que tenemos que dejar a un lado ideologías y no dejarnos influenciar por el pensamiento de este mundo, entonces el Espíritu Santo actúa. Entonces el Señor suscita un pastor con fe.