Santa Juana de Arco (4) 4l453u

Comienza ciudadanos ustedes cielo con el padre manuel lorca muy buenos días queridos amigos damos comienzo a una nueva emisión de nuestro programa ciudadanos del cielo un programa con el cual nosotros tratamos de acercarnos a la vida y las virtudes de nu nuestros hermanos los santos escuchamos leemos necesitamos en la vida de los santos y en sus virtudes porque queremos desde nuestra situación desde nuestro estado desde nuestra época desde nuestra edad queremos imitarlo no en los hechos externos porque éstos fueron respuesta concreta a una llamada de dios a cada santo en eso no podemos invitarlos si no tenemos la misma llamada pero sí podemos los en las virtudes por ejemplo no podemos imitar a san bruno fundador de los cartuchos retirando nos a una total soledad para vivir allí solamente para dios si no tenemos una llamada fuerte y clara de dios hacerlo si no tenemos una boca ción auténtica a la vida mítica pero si podemos imitar las virtudes de bruno su amor sin medida a dios su confianza grande en la bondad de dios su deseo de ser todo todo y sólo para el en eso el su oración podemos imita a bruno no hay otras cosas ahora hace un par de programas estamos tratando de santa juana de arco de la vida y las virtudes evidentemente los otros no tenemos que imitar la luchando por francia ni poniéndonos al frente de ejércitos empuñando la espada en eso no eso fue circunstancial y eso fue respuesta concreta a una llamada muy particular de dios pero tenemos que invitarla en las que ya práctico esa confianza sin límites en la llamada que dios le hacía espíritu de confianza y de oración y verdadera caridad que le hacía rezar por los enemigos invitarles a salvarse a adoptar la actitud más justa abandonando una guerra que no era justa tenemos que imitar la en su aceptación si si su aceptación de la pasión y de la muerte porque de esto sí que hablaron las voces a juana ya he dicho que desde el sitio de parís frustrado empezó con algunos malos resultados y terminó con esa orden del rey de que abandonar el sitio de parís desde entonces sus voces la habían dejado no sabía que hacer ya nadie parece que desde el cielo le decía lo que tenía que hacer en cada caso además se habían establecido una serie de conjura contra ella al