Rosa, Sometida y torturada p5. SM 2p4c1s

Gracias por estar en Sintonía. Si aún no estás suscrito, te invito a hacerlo y no te pierdas ninguno de nuestros episodios. Ahora así comencemos. Rosa, sometida y torturada P5.

SM. Rosa cuenta las escalofriantes imágenes que había guardadas en el ordenador de sus captores. Estaba aprovechando que don Gustavo se había quedado dormido, medio borracho, por la cantidad de alcohol ingerida, para buscar la forma de ponerme en o con el exterior y pedir ayuda. La conexión de la red estaba bloqueada y no disponía de la contraseña para desbloquear y entrar en mi correo para pedir ayuda. En cambio encontré a multitud de carpetas accesibles, con imágenes y videos de sesiones de torturas y orgías perpetradas con mujeres, que voluntariamente o forzadas habían sido guardadas por orden alfabético y por nombre de poblaciones del área de Barcelona.

Entre esas carpetas pude ver una con mi nombre, donde se veían detalladamente todas las torturas a que había sido sometida, pudiendo ver también lo que me habían hecho después de estar inconsciente. Otra carpeta constaba como Cristina, Cristiana crucificada, lo que me llamó la atención y decidí abrirla. Conforme iba avanzando en su visualización, me sobrecogía el corazón y durante mucho tiempo me hizo despertar a media noche con sobresaltos.

Paso a continuación a relatar algunos detalles de esas imágenes, demostrativas de lo que eran capaces quienes me tenían secuestrada. El escenario era el mismo que ya conocía por ser donde me habían torturado, pero había ligeros cambios, como unas pantallas con teclados delante de cada espectador, que supongo serían para mostrar con detalle lo que pasaba en el escenario. Sobre éste se podía ver a una mujer rubia de entre 35 a 40 años. Sus rasgos eran de origen del este de Europa, de Rusia o Escandinava.

De una estatura por encima de un metro y 70 centímetros, de pechos muy grandes y algo descolgados, con auréolas marrón claro, del tamaño de la base de una lata de cerveza, coronadas por unos gordos pezones, que la cámara mostraba con claridad a base de zoom. Estaba completamente depilada, por lo que se podía apreciar perfectamente su vagina del mismo color de los pezones. El cabello rubio y ligeramente ondulado caía libremente sobre sus hombros, enmarcando un rostro muy atractivo, con nariz recta y mentón redondeado, labios carnosos y todo rematado por unos ojos azules. En conjunto parecía una modelo de alta costura a pesar de su mirada triste que denotaba pesadumbre ante su situación.

A su alrededor estaba escoltada por tres hombres desnudos de cintura para arriba y con la cara y cabeza cubierta con máscaras de cuero, que únicamente dejaban ver los ojos y boca. Parecían púgiles sacados de cualquier rin de lucha libre. A diferencia de mi caso, había 12 mujeres semidesnudas alrededor del escenario.

Su vestimenta a cambio de Cristina, que permanecía completamente desnuda, constaba de un pequeño sujetador que apenas tapaban sus pezones y un tanga, que simplemente era unos triángulos de tela tapando el sexo, con un número pintado sujeto con una cinta, que rodeaba la cintura y se escondía entre los cachetes del culo.

La cámara se entretenía mostrando con todo detalle a las mujeres, dando tiempo al presentador para preparar la explicación de lo que iba a consistir el espectáculo. Señoras y señores, la puta rebelde que hoy nos va a deleitar con su sufrimiento, se ha atrevido a agredir a un cliente y posteriormente se ha escapado de donde estaba siendo mantenida y con un buen puesto de trabajo bien pagado.

Esta desagradecida ha pagado todo lo que hemos hecho por ella, gastos de traslado, de estancia y comida, agrediendo a un buen cliente y dejándonos en deuda con él, por gastos de atención médica, al morderle el pene. Por este motivo, hoy el espectáculo es sin límite y pueden proponer cualquier clase de castigo, que los expertos verdugos ejecutarán para deleite de todos.

Para ello, como pueden ver, delante de cada uno de ustedes hay una pantalla con un teclado, al lado derecho del teclado hay un lector de tarjetas. Donde pueden introducir la tarjeta de crédito y pujar por el importe que crean conveniente y los verdugos ejecutarán el castigo ideado por ustedes. Cuando el importe alcance la cantidad propuesta para el castigo, éste se ejecutará y en caso contrario, les será devuelta la cantidad pujada por ustedes.

Estamos seguros de que estas putas no les quedarán ganas de agredir.