Programa 751 - DESVEDA caza, pesca, tiro deportivo, medio rural 13d5z

En Onda Vasca de Esveda.

¡Muy buenos días! Estamos de nuevo a sábado, poquito a poquito vamos finalizando este mes de mayo.

Es ya 24, último programa que vamos a hacer dentro de este mes, inauguraremos junio, ya la semana que viene en un día que es muy pero que muy interesante a nivel de contenido, porque ya tenemos todos los productos de la huerta navarra en los principales mercados, cosecha extraordinaria la que hemos vivido en la gran huerta de nuestra península, también con mucha presencia en este caso de la caza menor, con cotos nuevos, caza de mano altuve, definitiva, con muchísima caza, con muchísima pesca, también con muchísimo mundo rural, aquí en Esveda, en este, como decimos, último programa del mes de mayo.

¿Quieres sacar tu licencia de caza de cualquier comunidad de España? Te la podemos enviar en el mismo día con tan solo una llamada al 944-270528 y también por WhatsApp al 688-881572.

Todos los trámites por teléfono, llama a la Federación Vizcaína de Caza, 944-270528.

Venga, que vamos a empezar una nueva jornada de sábado aquí en Esveda, bueno, mejor dicho, leyendo el artículo de Juan Antonio Sarasqueta, publicado allá por 2011 y que tiene como título Cazadores.

Y es que dice así, recordamos, escrito por Juan Antonio Sarasqueta, que la caza evoca el pasado predador del hombre.

Entiendo que sí, a pies juntillas, además, aunque entiendo que dentro de unas normas bien regladas.

Hablamos de un instinto primario, impreso en sus genes, que los humanos estamos en la cúspide de la pirámide de los predadores naturales, como el sol que nos alumbra, pero todos sin excepción.

Aunque la relación de la caza habría que matizar que con el transcurso del tiempo el cazador no solo valora la captura, sino el camino recorrido, el trabajo del perro, los amigos, la pelea, el o con la naturaleza y un largo etc.

El cazador que ama la naturaleza sabe cómo se alza el sol, deformando y sangriento entre las nieblas grises.

Se embeleza viendo cazar al perro mientras el sol desaparece lentamente en Poniente, rompiendo la calma serena y ociosa el último canto de las bravas pérdices.

Gusta después de la jornada de caza retirarse al viejo caserío alrededor de la lumbre, crepitante y observar el danzar de las alegres llamas cual geniecillos de leyenda nórdica.

Se relaja gustoso al ver cómo el fuego calienta a los cansados perros y cómo hace brillar el vino en el vaso de cristal, mientras los labios de ese viejo cazador florece la maravilla del consejo venatorio.

Sienten también alegría y respeto al ver abatirse con el disparo la rabiosa pelambrera del hirsusto jabalí.

Son simplemente cazadores con toda la enjundia que esta palabra conlleva.

Ese viejo orgullo les hace sentirse ligados con los primitivos venadores, mientras un mundo de urbanitas reniega de lo antiguo tras el correr incesante y ansioso de todo lo nuevo.

¿Quién, después de un lance complejo y trabajado hasta la extenuación, no siente algo que lo hermana con aquel ser primitivo envuelto en toscas pieles que alzaba los brazos hacia el sol y se golpeaba el pecho con los puños lanzando gritos de triunfo junto a la pieza abatida? Los cazadores guardan en su afición apasionada la misma chispa que alumbró su lucha y a pesar de la sorprendente evolución de medios y armas, mantienen vivo el orgullo de ser cazadores.

Artículo escrito por Juan Antonio Sarasgeta, como siempre, nuestra voz de referencia aquí en Desveda.

Venga que vamos a seguir hablando de caza y lo vamos a hacer además con uno de los habituales cada vez que hablamos de propuestas diferentes porque la gente muchas veces se rompe la cabeza no sé dónde ir, no sé qué coto puede ser el mejor para mí y nosotros nos gusta acercarnos pues hasta Altuve, hasta Caza en Mano Altuve, donde siempre nos atiende Héctor con muchísimo cariño y además hoy con novedades. Héctor, un muy buenos días.

Muy buenos días, ¿qué tal? Bueno, como decíamos, ¿con coto nuevo? Sí, por aquí tenemos...