¿Por Qué Me Siento Vacío Si Lo Tengo Todo? - #284 4y36o

Diario de Joan Gallardo 22 de mayo de 2025. Querido diario, esta mañana me he acordado de un cliente con el que viví una historia espectacular, verdaderamente increíble.

Ahora hacía tiempo que no me acordaba de él, pero es algo que tuve muy presente durante bastante tiempo porque fue muy espectacular de ver.

Se trataba de un cliente de muchísimo éxito profesional y muchísimo éxito económico.

Estamos hablando de una persona que entra tranquilamente además dentro de la categoría de los millonarios.

Y como decía aquel, millonario no es tener un millón, es tener bastante más de un millón para gastar y gastar y nunca tener menos de un millón.

Es una definición un poquito de la calle, pero que sirve para entendernos. Es un cliente muy rico, muy rico. Ganado con su esfuerzo, también lo tengo que decir.

Y era por otra parte una persona tremendamente educada, por supuesto, pero era lo que llamaríamos un buen tipo en cualquier circunstancia.

Y me contrató porque sentía, sin embargo, un vacío existencial bastante potente, que no le permitía dormir.

Que cuando dormía tenía bastantes pesadillas y que se acostaba deseando que fuese ya de día para no pasar por una noche más comiéndose la cabeza y todo esto.

Sin embargo, esta persona tenía una buena pareja, tenía un hijo. El trabajo ya os he comentado cómo lo tenía.

Y tenía además buenos amigos, esa es la verdad. Y tenía un trabajo que le gustaba.

Por su buen hacer ya no tenía que estar tan encima del trabajo y aún así sus empresas seguían funcionando.

Y luego tenía unas inversiones en bolsa que le daban unos créditos absolutamente increíbles.

Y sin embargo, se sentía ese dolor tan amargo del vacío existencial.

Y su pregunta clave, su pregunta casi icónica de nuestra primera sesión fue muy clara, casi casi arquetípica.

Me preguntó aquello de ¿Por qué me siento vacío si lo tengo todo? ¿Por qué me siento vacío si lo tengo todo? Me preguntó.

Yo le contesté una cosa que según él no se le olvidará nunca. A veces hablo con él de vez en cuando y hablamos un poquito de cómo nos va la vida y sobre todo cómo le va a él.

Entonces, como os digo, me preguntó eso, ¿Por qué me siento vacío si lo tengo todo? Y mi respuesta, que es lo que os estaba diciendo, fue la siguiente.

Pues porque no lo tienes todo. Porque no lo tienes todo. Tienes muchas cosas, pero no lo tienes todo.

Y sobre todo no tienes todo lo que se tiene que tener para no sentir ese vacío.

No era mi intención partirlo en tres ni muchísimo menos, pero quiero pensar que me pagan para hablar muy claro y para no marear la perdiz y decir la verdad.

Entonces se quedó un poquito como en shock. Recuerdo su cara. Era una sesión online y yo veía su cara pantalla completa en el monitor de mi ordenador y se quedó un poquito chocado.

La idea era esa, ¿No? Él tenía la sensación de decir, ¿Pero cómo que me dices que no lo tengo todo? Mira todo lo que tengo.

Aunque fuese él mismo el que hacía la pregunta anterior de ¿Por qué me siento así si lo tengo todo? Y empezamos a hablar y yo entonces le dije que yo no teniendo ni una porción de lo que tiene él, aunque sí que tengo suficiente por supuesto, yo ya hacía mucho tiempo que no sentía ese vacío. Y él soltó un escueto pero simbólico, ya, ya.

Entonces yo le dije muy sinceramente, le dije es que en una posición como la mía frente a una posición como la tuya, yo no me cambiaría por ti.

No me cambiaría por ti haciendo un cambio completo.

Entonces lo primero que tienes que hacer es dejar de pensar que lo tienes todo.

Porque si piensas constantemente que lo tienes todo, ese vacío existencial se va a convertir en un absurdo.