Raúl M. Ibarra 23122y

Hoy reafirmamos nuestra fe, creyendo firmemente en lo que Él ha dicho, convencidos de que Su Palabra nunca falla. “Pues el Señor Dios de ustedes los ha bendecido en todo lo que han hecho. Él les ha cuidado cada paso que han dado por este inmenso desierto. En estos cuarenta años, el Señor su Dios los ha acompañado, y no les ha faltado nada.” — Deuteronomio 2:7 (NTV) ¡Cree! Dios ya habló… y Él es fiel para cumplirlo.

“He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.” – Juan 1:29 En esta Santa Cena, no solo recordamos… adoramos al Cordero que fue inmolado y ahora reina por siempre. ¡Jesús es el centro!

En el mensaje de hoy Dios nos confronta y nos alienta a cambiar nuestra situación en la que nos encontramos ahora, ya que Él tiene un destino mejor para nosotros.

Un mensaje que te ayudara en comprender como Dios influye en tu vida cuando te habla y escuchamos su palabra.

Una palabra poderosa, que nos incita a nacer de nuevo bajo la palabra de Dios.

Nos alineamos a la voluntad de Dios mediante el Espiritu Santo y la oración, siempre pidiendo su voluntad en nuestra vida, Sabiendo en plena confianza que su volutad es buena, agradable y perfecta para nuestra vida.

Jesús no fue débil. Él vino a salvarnos a través del sacrificio. Sabía que su destino era la cruz y aun así, con valentía y amor, se entregó por nuestra salvación.

Hoy fuimos desafiados a declarar vida, verdad y victoria. ¡La Palabra tiene poder!

No fuimos llamados a sobrevivir, sino a vencer mediante el Espíritu Santo que nos guía y fortalece en cualquier situación. Confiando fielmente que nuestra vida será en victoria gracias a Dios quien es nuestro padre y nos cuida en todo momento.

Él siempre está ahí. ✨❤ Cuando ríes, cuando lloras, cuando callas. Dios no se aleja, Dios te escucha. Te ama en cada latido, en cada suspiro, en cada paso. No importa dónde estés… Su amor te abraza, Su voz te guía, Su presencia te llena. Eres visto, eres oído, eres profundamente amado.

En esta predica se nos enseña lo que Dios tiene preparado para cada uno de nosotros. Somos confrontados, inspirados y desafiados a vivir conforme al propósito original de Dios. No fuimos creados por casualidad, fuimos diseñados con intención.

Pedimos la llenura del Espíritu Santo, que tome su lugar en nuestro corazón, para poder ser llenos y renovados por el espíritu de Dios en todo momento, que Él nos capacite y nos guie en todo momento. Una predica llena de gloria y poder gracias al Espíritu Santo.

Hoy fuimos desafiados a estar atentos a las señales de lo que viene. Este es un tiempo de preparación, de entrega, de mantener el corazón dispuesto para recibir lo que Dios está por hacer. ¡No es momento de distraerse, es momento de alinearse! Que nuestras vidas estén listas, con fe, obediencia y pasión, porque lo que viene será glorioso. ¿Estás listo para este nuevo tiempo?

Hoy recordamos que Dios ha hecho un pacto eterno con nosotros, un compromiso de amor, fidelidad y propósito. Pero también fuimos llamados a cuidar nuestro corazón: mantenerlo firme, sin mancha, sin arruga, alineado a su voluntad. El verdadero pacto no solo se firma, se vive cada día con obediencia, pasión y pureza. ¿Cómo está tu corazón hoy?

Cada acción de fe es una semilla que trae frutos abundantes. Siembras con esperanza, y Dios multiplica tu cosecha. Únete a nosotros y sé parte de esta gran cosecha en el Reino de Dios.

Dios él creador del universo, quiere que levantemos y edifiquemos nuestro altar con adoración, para adquirir las promesas irreversibles.

Nada en este mundo puede saciar como Él. Recordando que Dios y su palabra es donde encontramos vida, dirección y plenitud. ¡Bebe de la fuente de agua viva!

La obediencia abre el camino a la bendición, pero el alejarnos de Dios trae consecuencias. ¿Qué sistema estás eligiendo? 📖🔥

Solo en Cristo encontramos la verdadera plenitud. Cuando vivimos en su amor, nuestra vida cobra propósito, paz y gozo que nada en este mundo puede dar.

Una palabra poderosa que nos recuerda las promesas de Dios, nos habla sobre sus recompensas y sigamos en sus caminos. Nada de lo que haces para Dios se queda sin recompensa ya que ve todo lo que hacemos para Él.