PARÁSITOS PARANORMALES CON TESTIGO. 272jh

Hola seres del universo, bienvenidos al podcast de Más Allá Está Aquí de Vanessa García y Óscar González.

Hoy es un día muy bonito porque voy a estrenar una nueva sección o episodio de pacientes, de amigos, porque ya es una cosa que...

Ya se unen las dos cosas, donde van a contar sus experiencias y sobre todo algunas que son destacables.

Y hoy viene a hacer esta entrevista Yolanda, porque pasó algo muy especial en una posterior sesión, que es la que va a ser la protagonista, pero bueno, quiero presentarla y aquí está Yolanda, buenas tardes.

Hola, buenas tardes Óscar. Muchísimas gracias por dejarme compartir contigo este ratito y recordar esa experiencia tan particular que tuvimos una tarde.

Antes de entrar en ella, quería preguntarte con respecto a la primera sesión en la que nos conocimos, cuando ya saliste de aquí, qué te vino, qué pensamientos, con el reposo ya de estar tranquila, ¿qué te pareció? Pues mira, lo primero, reconozco que quizá salir de aquí de casa casi era como flotando. Yo salía como... En serio.

Me sentía como liviana, pero rara, una sensación muy reconfortante.

Y luego ya en casa reconozco que era como una paz.

He encontrado algo que era para mí y una alegría infinita.

Paz y alegría.

Sí, es verdad. Además esa sesión tuvo diferentes fases y tuvo una de una canalización, que me acuerdo que te puse la mano en el esternón y empecé a hacer una canalización angelical y empecé a recitar cosas muy bonitas, pero son mensajes muy definidos para ti.

Y yo me acuerdo que de alguna manera es como que el espacio-tiempo no transcurría, y yo seguía y seguía, y cuando paré te vi en un estado casi de duermevela, con una paz infinita, y te costó un poco rehacerte al sitio en el que estabas.

Cierto. Era como si me hubiera aislado de la situación en la que estábamos, como si estuviera flotando, y cuando terminaste fue como de a ver, Yolanda, vuelve aquí. Vuelve de donde estés, porque te has ido en algún momento y no sabes cuándo o cómo, pero te has ido.

Y sobre todo me acuerdo que en algún momento, cuando yo había entrado a la sesión, encendiste una vela y luego se me olvidó completamente que eso estaba ahí, estaba apagado.

Es verdad.

Y según estabas dando tus frases y tus cosas, hubo un momento que es que se prendió la vela, pero como si fueran 10 velas de golpe.

Fue una llamarada tan grande, y fue un poco también lo que me hizo devolver que estás aquí, estás escuchando, pero fíjate en lo que hay a tu alrededor.

Como dices, era como si me hubiera ido y hubiera vuelto a la realidad.

Sí, es curioso porque estuvimos yo creo que una hora y media o dos.

O dos. Yo creo que fueron casi dos.

¿Y la sensación de tiempo para ti? ¿Cuánto tiempo crees que estuviste? Yo no diría ni media hora. Es que 15 minutos a media hora fue la sensación.

El tiempo es relativo. Cuando la energía es alta, cuando la frecuencia es alta, se altera también. Es muy curioso porque, y lo vas a entender como ejemplo, cuando alguien tiene un dolor, parece que 10 minutos de dolor es una hora.

Pero cuando la energía es alta, la frecuencia es alta, la alegría es alta, la paz... el tiempo fluye. Es como cuando somos pequeños y jugamos y te llama tu madre a casa y te dice, pero ¿ya? Porque te lo has pasado tan bien.

Se me ha pasado todo rápido, cierto.

Es el mismo ejemplo, pero llevado a una energía de sanación, donde la casa loca lo hacemos es como si nos metieran en una burbuja y ahí la frecuencia, la energía, empieza a fluir.

La energía fluye entre los dos o lo que sea de otra manera y efectivamente te evades.

Sí, suele ser una cosa que con los pacientes en las sesiones suele ocurrir.

Que le dices ya y ya. Y yo miro el reloj y digo, yo hago dos horas.

Yo a veces me pongo un alarma en el reloj, pero por tener una reflexión,