Padre John Montoya - Reflexión del Evangelio de Madrugada del 29 de Mayo del 2025. 631t6c

Dios te bendiga.

Buen día.

Ah, sí, sí. Hay algo y te escuchas. Es bonito.

Te envío un fuerte abrazo, respira profundamente. Pon en manos del Señor todo.

Todo lo que estés viviendo, lo que vayas a vivir.

Y yo también. A ver, a unos... ¿qué será? 100 metros, tengo el Santísimo.

Desde aquí, pongo ante el Sagrado tu vida.

Todo lo que vas a vivir, a todos los sacerdotes, no te olvides.

Ahora, por mí, por mis intenciones, por tu párroco, por todos los sacerdotes.

Que el Espíritu Santo venga y nos acompañe en este ratito de oración, en este compasivo.

La Virgen Amarilla también. Bendito sea el Señor, te damos gracias por cada amanecer, por cada día, por cada oportunidad.

De tantas maneras nos demuestras tu amor, Señor amado.

Bendice, te ruego a esta familia osana, apostólica, síganos unidad, santidad, familiaridad, fraternidad.

Bueno, si te parece bien, vamos con el Evangelio.

San Juan 16, del 16 al 20.

En aquel tiempo Jesús dijo a sus discípulos, dentro de poco tiempo ya no me verán, dentro de otro poco me volverán a ver.

Algunos de sus discípulos se preguntaban unos a otros, ¿qué querrá decir con eso de que dentro de poco tiempo ya no me verán, dentro de otro poco me volverán a ver? Y con eso de que me voy al Padre, y se decían, ¿qué significará ese poco? No entendemos lo que quiere decir.

Jesús comprendió que querían preguntarle algo y les dijo, están confundidos porque les he dicho, dentro de poco tiempo ya no me verán, dentro de otro poco me volverán a ver.

Les aseguro que ustedes llorarán, se entristecerán, mientras el mundo se alegrará.

Ustedes estarán tristes, pero su tristeza se convertirá en alegría.

Palabra del Señor.

¿Y tú sí entiendes? Eso de ese poco.

Bueno, pues esto lo está diciendo el Señor ya en contexto del final.

Después de todo lo que había vivido con los apóstoles, los discípulos, lo predicaron, entonces claro, estarán tristes y después vendrá la alegría, a veces más o menos así.

Todo está bien, aunque hay persecución, ellos tienen momentos muy difíciles, pero tienen al Maestro.

Ellos como que no entendían, cuando él decía que iba a ir a la cruz, que en fin, todo eso como que no lo entendían bien.

Debe ser algo que lo dice en lenguaje figurado, a qué será que se refiere, y como que a veces preferían no preguntar, aunque no entendían.

Pero todo como que estaba bien, él estaba ahí, ellos tenían confianza, él tenía mucho poder y bueno, estaba bien.

Pero después viene la cruz y bueno, la pasión, la cruz, la muerte.

Es poco tiempo realmente, de un momento a otro, estando todo bien, como que viene el dolor, viene la amenaza, viene el miedo, se dispersan, viene la decepción.

Pero después, poco tiempo, es la resurrección.

Entonces, fue tanto el susto, el miedo, el dolor, que parecía increíble, ahora cómo va a ser.

Y el Señor debe empezar un proceso de ablandamiento de los sesos y del corazón, para que ellos entiendan que está vivo y resucitado.

Mire, tóquenme, denme algo de comer, es que un muerto no come.

Entonces se hace ese proceso, había pasado poco tiempo del dolor, luego a la alegría y a la duda también, a la incertidumbre.

Después pasará un poco más de tiempo y llega Pentecostés y el envío, te das cuenta, es poco tiempo.

Vamos a traerlo a nuestra vida, quizás no está bien, y no sé qué, algo pasó, un accidente, de un momento a otro, de un poco, del bienestar, viene ya luego el dolor.

Y después otra buena noticia, y después, y después.

¿No te parece a ti que casi siempre la vida es eso? No siempre es dolor, sería horrible, pero tampoco siempre es ese gozo, esa alegría, es lo mismo que la vida espiritual.