OTRAS VIDAS 20 DE FEBRERO DE 2025 4p5s2f

Otras vidas, con Raúl Bacarrey y Pilar Salafares.

Para mí, el día de San Valentín es un día más.

Un día en el que se hacen promesas eternas, ve por todos lados rosas rojas, chocolate, regalitos...

Es el día del amor romántico.

Sin embargo, detrás de esta fachada comercial y edulcorada se esconde una realidad más compleja.

El amor no siempre es tan puro ni tan ideal como lo pintan las tarjetas de felicitación.

¿Y qué mejor ejemplo para explorar esta dualidad que la figura de Pablo Neruda, el llamado poeta del amor, cuya obra celebra la pasión y la intimidad, pero cuya vida personal estuvo marcada por contradicciones y comportamientos que dictaban mucho de ser amorosos? Pablo Neruda, autor de versos tan preciosos como ¿Puedo escribir los versos más tristes esta noche? ¿O me gusta cuando callas porque estás como ausente? Es considerado uno de los grandes cantores del amor en la literatura universal.

Sus poemas, cargados de sensualidad y nostalgia, han sido citados en incontables propuestas de matrimonio y declaraciones de amor.

Sin embargo, la vida personal del poeta chileno revela una faceta bastante menos romántica.

Neruda, cuyo nombre real era Neftalí Ricardo Reyes Bosualto, abandonó a su primera esposa María Antonieta Jaguenar mientras ella y su hija Malba Marina sufrían graves dificultades económicas y de salud.

Malba nació con hidrocefalia, fue prácticamente desatendida por su padre quien prefirió distanciarse de ambas.

Este abandono contrasta brutalmente con la imagen del hombre que escribió 20 poemas de amor y una canción desesperada donde el amor parece ser una fuerza omnipresente y transformadora.

Pero las contradicciones de Neruda no terminan ahí.

A lo largo de su vida, el poeta tuvo múltiples amantes y relaciones, muchas de ellas simultáneas, lo que demuestra una actitud hacia el amor y el compromiso que dicta mucho de la devoción que se desprende de sus versos.

Incluso en su relación con Matilde Urrutia, su tercera esposa y musa de Los Versos del Capitán, hubo infidelidades y secretos que mancharon la imagen idílica de sus poemas.

Estas contradicciones entre la obra y la vida personal de Neruda nos llevan a reflexionar sobre la naturaleza del amor y la capacidad humana para idealizarlo.

¿Es el amor que celebramos en San Valentín una construcción artificial alejada de la realidad? ¿Puede alguien que escribe con tanta belleza sobre el amor ser al mismo tiempo incapaz de vivirlo de manera auténtica? La respuesta parece estar en la complejidad de las relaciones humanas.

El amor, como tema literario, a menudo se idealiza y se eleva a un plano casi divino.

Pero en la vida real, el amor está lleno de matices, errores y contradicciones.

Neruda, con su genio poético y sus fallos personales, es un recordatorio de que la capacidad de escribir sobre el amor no siempre se traduce en una vida amorosa ejemplar.

En este sentido, el día de San Valentín, con su enfoque en el amor perfecto, puede ser visto como una farsa.

No porque el amor no exista, sino porque rara vez se ajusta a los estándares que la sociedad y la literatura romántica nos han impuesto.

Las relaciones humanas son imperfectas y eso es precisamente lo que las hace reales.

Pablo Neruda, con sus versos desgarradores y sus acciones cuestionables, nos invita a cuestionar nuestras propias ideas sobre el amor.

Tal vez, en lugar de buscar la perfección en las relaciones, deberíamos celebrar las imperfecciones, las contradicciones y las lecciones que surgen de ellas.

Después de todo, el amor no es solo un sentimiento.