Némirovski y las mal llamadas "guerras". 5w3pz

Como sabemos, Irene Nevirovsky y su familia se habían convertido al catolicismo y en una carta,
tras haber sido arrestada, en la cual el marido ruega a las autoridades que le digan siquiera
dónde está ella en su descargo, alega que nunca hicieron apología judía. Esta carta, estos hechos
ocurren en el 42, ya llevaban muchos años las leyes raciales y la ocupación de Francia con la
consecuente infiltración de la doctrina nazi llevaba dos años, desde el 40. Pero no nos
engañemos, hay que tener claro que el antisemitismo es algo que existe desde hace mucho tiempo no
sólo en Alemania y había un caldo de cultivo en muchos países, incluido Francia. Se da un alto
grado, por tanto, de hipocresía y detrás del antisemitismo hay un fermento más amplio todavía,
se llama racismo y se llama eugenesia. La eugenesia es un intento semicientífico de
selección de la raza en aras a mejorarla y tiene un fermento teórico también en los nacionalismos,
¿vale? En la pureza de la raza, y se daba no sólo en Alemania sino en Estados Unidos,
lo he tocado en los podcast del autismo. En el momento en que los alemanes llegan a Austria,
se estaba en Viena descubriendo el autismo y eso los autistas fueron otras víctimas.
¿Dónde reside la hipocresía? En señalar al otro siempre como el origen y la causa de los males,
tanto a nivel de racismo, como estoy diciendo, como posteriormente señalar a Alemania como
la única culpable. Alemania es sólo la punta del iceberg, señores. Es decir, la causa es
mucho más difusa y está en todos los países e incluso en todas las comunidades. Volviendo a
Nevirovsky, otra cosa que hay que puntualizar es que eran apátridas, huidos de la Rusia bolchevique,
mencionado que no se le dio la nacionalidad sa. Recordemos que tampoco a Cortázar,
después de tantos años en Francia, puede decirse sin exageración que la obra de ambos es un extenso
y demorado elogio a Francia, pues nunca se le concedió a Irene Nevirovsky esta nacionalidad,
lo cual la puso en un brete más grave, puesto que al no ser sa resultaba apátrida y judía.
Para los judíos corrían tiempos nefastos. Ser judío era ser un apestado, ya sabemos lo de las
estrellas amarillas, me parece que eran, que obligaban a llevar como marca al ganado,
que posiblemente iría al matadero, y se discute cuál era la condición de judío,
porque claro, ¿qué es ser judío? Y Celín es uno de los que dice, pero él no es que tenga
influencia en las autoridades, era simplemente un escritorio y un poco fanfarrón, decía que
bastaba con tener un abuelo, solo un abuelo judío, es decir, era uno de los más duros,
pero hay que decir en su descargo quizás que él lo hacía como fanfarrón, no tenía ningún poder
de decisión, el problema es que era un escritor muy leído, pero ¿hasta qué punto era consciente
o quería que se hicieran las barbaridades que se hicieron sobre todo lo que olía a judío? Porque
ya sabemos que cuando empieza la máquina guerrera a hacer exterminio, coge las hierbas también de
alrededor, ha ocurrido en todas las guerras, bueno guerras perdón, en todos los genocidios, porque
muchos genocidios se les ha llamado guerra y aquí sí que tenemos una clave, muchos genocidios se les
ha llamado y se les sigue llamando guerra, pero nosotros nos honramos en llamar a las cosas por
su nombre, el genocidio puede tener muchas causas, imperialista por ejemplo, porque los que operan el
genocidio no son realmente los que lo ordenan, los que lo financian, imaginemos que en el genocidio
se da la orden de acabar con este fenotipo de personas que puede ser un genocidio.