ND Xtra - El extraño hogar de los Hitchings 732s4p

Este es el misterio extra de Nueva Dimensión.

Hemos hablado en múltiples ocasiones de historias sobre casas donde supuestamente sucedían o suceden fenómenos sobrenaturales, pero es muy probable que pocas historias sean tan singulares como la ocurrida en el número 63 de Wycliffe Road, en el barrio de Battersea, en Londres.

Atentos, porque no tiene desperdicio.

Todo comenzó el 27 de enero de 1956, cuando la hija de Wally Kitty Hidkins, una joven de 15 años llamada Shirley, se encontró sobre la almohada de su cama una llave.

Era una llave plateada antigua, adornada cuidadosamente, pero no era una llave que reconociera ni abriera ninguna puerta, armario o cajón de la casa.

Decidió dejarla en la repisa de la chimenea para regresar más tarde a por ella, sin embargo, al hacerlo, la llave ya no estaba en aquella repisa, sino que, de nuevo, había aparecido en la almohada de su cama.

El hecho hubiera pasado como una anécdota, de no ser porque esa noche algo cambió la vida de la familia para siempre.

Aquella noche, un poderoso estruendo pareció sacudir toda la casa.

El ruido fue tan potente que llegó a alarmar a los vecinos pensando que Wally estaba rompiendo la madera del suelo.

A la noche siguiente volvió a suceder lo mismo, y a la siguiente, y a la siguiente también.

Los Hitkins, desesperados, decidieron llamar a la policía, quienes verificaron ya no solo esos fuertes golpes, sino el sonido de lo que describieron como rasguños que parecían provenir del interior de los muebles.

Shirley recuerda como, después de varias semanas, los objetos de la casa comenzaron a moverse, hasta que una noche, la joven, sus padres y varios vecinos fueron testigos de cómo las sábanas de su cama parecían levitar sobre el suelo.

Pero esto, esto solo era el comienzo.

En el interior de la casa comenzaron a aparecer fuegos espontáneos, voces incorpóreas que les acompañaban.

De repente, sobre las paredes o sobre el papel, comenzaron a plasmarse frases con los supuestos mensajes de una entidad que decía llamarse Donald.

Notas que dejaban indicaciones de cómo debía vestirse Shirley o el comportamiento de sus padres.

La familia estaba aterrada porque cuando no cumplían las órdenes, los golpes, el movimiento de objetos o las voces eran mucho más amenazantes.

Los Hitkins vivieron en esa casa 12 años, recibiendo más de 3.000 mensajes y experimentando fenómenos que les aterraban, hasta que por fin, en el año 1964, abandonaron el inmueble.

Sin embargo, durante todos esos 12 años, intentaron por todos los medios conseguir que los fenómenos cesaran, incluyendo la práctica de un exorcismo que debía ayudarles.

Cuando estaban en pleno ritual, la policía londinense se presentó en la casa ante la denuncia de una persona que aseguraba que se estaba realizando magia negra para conjurar al diablo.

Fue tal el revuelo en ese exorcismo y la intervención policial fue tan cuestionada que llegó incluso a discutirse, nada más y nada menos, que en el parlamento británico.

Mientras esto sucedía, la imagen de los Hitkins, de Shirley, de toda la familia, ocupaba los titulares en buena parte de la prensa de la época, e incluso aparecieron fotografías del ritual antes de que llegara la policía.

Como digo, tras 12 años de calvario, la familia abandonó la casa.

Shirley tiene ahora más de 80 años y escribió todas sus experiencias en un libro mientras que la casa fue destruida a finales de los años 60.

Desde entonces, allí no se ha vuelto a construir nada.

Aún así, son muchos los curiosos que se acercan al lugar para intentar averiguar algo de lo sucedido.

Quizá uno de ellos, un día, encuentre una llave plateada cuidadosamente decorada y se la lleve a su casa.

Puede que días después encuentre esas respuestas, aunque no de la forma que espera.