
Descripción de MI QUERIDA COFRADÍA 4r5l3q
Carmen lleva más de 30 años desviviéndose por la hermandad de su pueblo y su sueño es convertirse en hermana mayor de la misma, siendo esto algo utópico en un círculo social aún en la actualidad representado por hombres principalmente. Después de producirse una votación, Ignacio es elegido hermano mayor y, tras un desafortunado accidente, Carmen lo deja inconsciente y tiene que esconderlo en su casa. Todo se complica cuando su hija discute con su marido, actual alcalde del pueblo, y decide volver a casa de su madre. 3w1d41
Este contenido se genera a partir de la locución del audio por lo que puede contener errores.
Oye, Encarna, ¿cómo está tu madre? Ya sabes, de Licahilla, la pobre.
Dale recuerdos de mi parte.
¿De la que va siempre esta mujer, eh? Yo no sé cómo tiene tiempo para su casa, la iglesia...
Y para estar en todos los menejos.
Beatriz, hija, ¿cómo estás? Como que habíamos quedado.
Pero si hoy son las elecciones.
De verdad, dijimos hoy.
Chica, pues no sé.
No, no, no, hoy imposible.
Bueno, pues si no pasa nada lo hablamos en otro momento.
Ay, Carmen, contigo quería yo hablar.
Mira, pues no es que el niño se lo antoje a última hora salir de la procesión.
¿Tú crees que habría algún problema? No, mujer, tú llévalmelo tempranito a la iglesia.
Ya me apaño yo para hacerle un hueco.
Gracias, Carmen.
Pues nos vemos luego.
Hasta luego.
No, que este tipo que estoy...
Ay, si de lo apaña que es esta, mujer.
Y una devota de todas las vidas.
Hombre, claro.
Por eso ha llegado a ser vicepresidenta de la hermandad.
Calla, calla, que he oído que la van a ser presidenta.
Anda ya.
¿Una mujer presidenta de una hermandad? ¿Eso cuándo se ha visto, mujer? Tienes que te dejo, que tengo aquí a Adolfo revolucionado.
Ay, hija, de verdad que pesada estás, ¿eh? Venga, hasta luego, adiós. Un beso.
Está todo el mundo esperándote, Carmen.
No sé cómo puede con esa pachofa, de verdad.
Adolfo, por favor, no me pongas más nerviosa de lo que estoy, hazme el favor.
Si eso fue la señal.
Estoy deseando llamarte señora presidenta.
Tú dime cómo estoy.
Impecable, cómo vas a estar si te lo elegí yo.
Toma, ponte la medalla y venga para adentro.
¿Dónde se ha metido esta mujer? Ignacio, serenidad.
Yo estoy muy sereno, padre, muy sereno.
Pero sigan a ella.
Cuando hable con los horquilleros están dispuestos a botarla y las mantillas.
Ignacio, ¿tú me ves nervioso a mí? ¿Eh? ¿Tú crees que si no fuera porque todo está bien atado yo estaría así? Estate tranquilo.
¿Nervioso, hijo? ¿Yo? ¿Nervioso? No, no. ¿Por qué? Yo estoy bien.
Que se note, hombre, que se note.
Te alegra esa cara, que pareces un alma en pena.
Bien, pues como ya estamos todos, vamos a dar comienzo a la elección del nuevo hermano mayor de la hermandad de Nuestra Señora de la Santa Cruz, la Caridad y la Esperanza, tras la renuncia de don Jesús Gómez, que ha decidido no renovar el cargo por motivos de salud.
Don Jesús.
Bien, pues, el elegido para presidir la hermandad de Nuestra Señora de la Santa Cruz, la Caridad y la Esperanza, es don Ignacio de Herrera Becerra.
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