Memoria de Mora: Noticias de 1912 35115x

Memoria de Mora. Nuestra historia, cultura y patrimonio con Esteban Gutiérrez.

Pues sí, ya es momento de abrir de nuevo la página de la historia de la Memoria de Mora, como no, con nuestro amigo Esteban Gutiérrez. Muy buenos días.

Buenos días Raquel, buenos días a todos.

Encantada de saludarte Esteban.

Lo mismo digo.

Bueno, vamos además con ya un tema que es muy propio de esta sección que tú diriges y es el centrarnos en las noticias de un año concreto.

Según el orden que venimos viendo tocaría 1912, que es un año un poquito especial, fue el del asesinato de don José Canalejas, presidente del gobierno, me comentabas hace un par de programas además este hecho, y cuéntanos qué traen los periódicos de Mora, o sobre Mora más bien, a lo largo de ese año.

Pues ya que dices el asesinato de Canalejas, y hablando del mundo en general, el hundimiento del Titanic.

Pero en fin, nos vamos a centrar en Mora, y en lo que respecta a Mora, bastantes cosas como iremos viendo.

Si te parece, empecemos por los nombramientos en el ayuntamiento y en la protectora que recogemos del castellano en las primeras fechas del año.

Esto leemos el día 5 de enero.

El día primero tomaron posesión de sus cargos en el ayuntamiento honorables señores de quienes hemos de esperar exacto cumplimiento en su cometido y prósperos días en las grandes, cuando hables de iniciativas, de que van animados.

Los dichos señores, don Elí López del Campo, presidente, don Vicente Pérez Curbelo, don Salustiano Fernández Cabrera, don Juan Sánchez Cano, don Pedro Sánchez Cano, don Agapo Moreno y don Sebastián Maestro, concejales conservadores, don Pedro Menchero y don Martín Gómez, de un nuevo partido que ellos intitulan socialista.

Del cargo de juez municipal tomó posesión el perfecto hombre político y eximio orador don Pablo Jiménez Cano.

Reciban todos nuestro parabén.

Esto lo escribe con su estilo peculiar, por cierto bastante florido, Mónico Bautistalá, que era entonces corresponsal en Mora del periódico, que firma con el seudónimo Unmagister.

Por otra parte hay que decir que la lista no es completa, pues hasta los 15 integrantes del total del ayuntamiento faltan en ella Aureo Maestro Muñoz, Ignacio García Fogeda, Pablo de Mora Granados, Juan de Gracia Rodríguez, Antolín Rey de Viñas y Nicanor de Gracia Robledo, este último socialista.

¿Y en cuanto a los nombramientos de la Junta de la Protectora? Leo directamente la nota del castellano que dice La nueva Junta elegida por la Sociedad Protectora Recreativa la componen nuestro distinguido amigo y laureado pintor don Atilano Martín, presidente, don Jesús Conejo, vicepresidente, don José Díaz Marín, contador, don Consuelo Abad, secretario y vocales, don Alberto Ortega, don Eulogio Valera, don Eusebio Sánchez Guerrero, don Leóncio Gómez del Pulgar, don Anunciación Díaz, don Agustín Díaz y don Toribio de Mora.

Y dices que el corresponsal en Mora del castellano entonces era Mónico Bautista Abad, pero si no recuerdo mal, en esos años colaboraba bastante en el periódico don Juan Marín del Campo.

Sí, sí, sí, así es, aunque cada vez menos, pero colaboraba hasta que marcha a Madrid en 1916, que se instala ya en la capital, pero en 1912 publica concretamente tres crónicas que titula, como siempre, Desde Mora a puntos de mi cartera, y una de ellas, importantísima, también a principios de año, que he recordado aquí alguna vez y que quisiera leer con detalle, pues merece ser bien conocida.

Vamos a verla, si te parece.

Se publica el 20 de enero y dice así.

Gracias a Dios, no comienza en Mora con malos auspicios, sino con bellísimas perspectivas, y algo más que perspectivas, el corriente año de 1912.

Nos hallamos en pleno agosto, es decir, en plena recolección de la aceituna, que es el verdadero agosto de esta villa, por estar cifrada en dicho fruto la principal riqueza de este pueblo.

15 reales plus minusve, quiere decir más o menos, es el ordinario jornal del cegador en los cortos meses de verano, pero ahora, en el corazón del invierno, son muchas las familias de braceros que logran granjear cada día más de 20 reales de jornal.

La siega, en efecto, dura poco, pero la recolección de aceituna dura mucho, máxime en años tan colmados como el presente, no embargante la devastadora arañuela, que se da por aquí con el tiempo, si Dios nos remedia, la verdadera ruina del olivo.

A mayor abundamiento, en los días de siega, son más de 20 reales.