Melodias Infernales: Baron Rojo 5k235p

No nos imaginábamos llevándole al Chicho un cinturón de tachas con un regalo, ¿entiendes?
No era la imagen que nosotros queríamos.
Es verdad que en el 1-2-3 todo el que actuaba luego tenía que llevar una cosa a la mesa
y todo aquello.
Vaya, pues hubiera sido...
Qué pena que me refieres, porque habría sido un documento ya televisivo para el resto
de nuestras vidas.
Buenos días, buenas tardes o buenas noches, y sed bienvenidos una vez más a la olla de
la cocina del infierno, en uno de esos días en los que, como dice mi colega Susi de Distrito
12, un podcast que si no conocéis ya tardáis, me quito la gorra del cine, la de las series,
la de los libros y los cómics, y me pongo la de la música.
Un nuevo Melodías Infernales.
Voy a cerrar la persiana, sacar los teniceros y lo bueno y a pinchar canciones con los colegas.
Un nuevo Melodías Infernales.
Y hoy traemos a una verdadera leyenda del heavy en España, Balón Rojo.
Melodías Infernales, para los de Madrid especialmente, junto con leño, simboliza
una época irrepetible, en los primeros ochenta, en los que se pasó aquí de algo muy muy gris
a una cosa mucho más animada.
No me gusta llamarlo la movida, porque creo que esa corriente musical era el capricho
de hijos de gente con mucho dinero, pero aquí en Madrid había mucha más gente, y con muchísima
menos cobertura.
Gente que vivía en barrios que encontraban en el heavy y el punk un espejo que se parecía
mucho más a lo que vivían en su día a día.
Y de heavy yo creo que estaba Balón Rojo, y luego las demás, o quizás encabezadas
por los obús, que molan sí, pero son otra cosa.
Vamos a calentar motores, camino de ese Madrid de litros de cerveza retornables y rock and
roll, con la canción que da nombre a nuestro grupo de hoy, por la marcha que nos dio Larga
Vida Álvaro.