El Mejor Consejo De Mi Padre - #88. 691u4p

Diario de joan gallardo veintitrés de mayo de dos mil veinticuatro querido diario hace poco escribí en mi newsletter sobre el mejor consejo que me dieron nunca mis padres que por cierto puedes suscribirte gratuitamente en el link que pondrá en la descripción y llevarte además un ibook muy especial bueno vuelvo al hilo y hoy quería hablar aquí del consejo que me dio mi padre en concreto o sea la newsletter y hablaba del mejor consejo de mi madre y del mejor de mi padre y yo voy a hablar aquí del de mi padre que era el siguiente no cuesta mucho más hacer las cosas mucho mejor eso me dijo medio un día y me lo dejó un día trabajando juntos en la tapicería familiar en el que la verdad es que yo ese día no me estaba esforzando demasiado o en absoluto con el trabajo simplemente estaba haciendo lo justo por decirlo así nada más claro en una de estas a mi padre le dio por revisar lo que estaba haciendo y vio que bueno que sí que era un cinco de diez pero ni un ni una décima más mejor y entonces fue cuando ella me llamó a filas y me echó una bronca bastante bastante maja la verdad y ahí fue cuando me dio el consejo y además me lo me lo dijo como sin querer camuflado entre entre la bronca y exactamente me dijo lo siguiente me dijo juan ha sido mi se dice no hagas nunca acá cucharadas nunca nada acostumbra siempre hacer las cosas bien muy bien no cuesta mucho más hacer las cosas mucho mejor ellos así ah y a ver no es que lo hiciese todo bien ni muchísimo menos pero sí es cierto que cuando hacía algo lo hacía con un nivel de esmero bastante acojonante recuerdo que también le gustaba le gustaba pintar le gustaba dibujar y le gustaba hacer maquetas y un amigo suyo se hizo una casa en el campo y mi padre le dijo que le iba a hacer una maqueta de la casa de la fachada desde fuera y se pegó como dos años pero dos años trabajando cada día en ella se hacía era como una maqueta en miniatura de obviamente de la de la fachada de la casa vaya tontería acabo de decir no pero hacia cositas como una farolito en la fachada ha sido un tamaño minúsculo pero lo hacía con todo con luz incluida y le gustaba pegarse todo ese tiempo con con detalles pequeños que luego podría estar dos días sin venir al taller a trabajar porque no estaba motivado pero la verdad es que cuando venía a los veías esforzarse y y pulir lo que estaba haciendo a veces a un nivel que creo que desproporcionado a mí por ejemplo me echaba broncas si las grapas las grapas pues si no lo sabéis cuando tú tapices una silla las únicas grapas visibles de verdad son las que van en la parte de abajo en la parte que no se ve de la silla no la parte contraria donde se sienta alguien y pues empezaba así le las grapas y demás pero me regañaba porque no las había colocado de forma bonita o sea tenían que estar en diagonal en el mismo ángulo y cada tres dedos pero de una forma como no sé bonita como si estuvieses haciendo una especie de dibujo como con un patrón y yo pensaba pero me cago en la puta qué gilipollez quién quién coño estaba va a darle la vuelta a la silla para ver oferta en colocar las sillas las grapas perdón y le daba valor a este tipo este tipo de cosas y yo la verdad es que no acababa de entender porque yo yo lo veía y esforzándose tanto por tapizar de una forma prácticamente perfecta así que quedasen arrugas o pliegues en la tela la tela tenía dibujo que quedasen todas las líneas de la tela perfectamente bien colocado citas y tal y cual y yo no podía evitar pensar que nadie se lo iba a valorar y que total para la miseria que nos pagaban que nos pagaban una mierda qué más daba si la silla no salía de alguna forma perfecta dale como él tenía en la mente pero no él no podía soportar ver las cosas mal hechas o a medio hacer siempre decía que era incluso peor las cosas a medio hacer porque dejaban a las claras que la persona que estaba haciendo tenía tenía potencial que serás tonto y hacía las cosas mal pues mira paciencia pero si eres listo y hacer las cosas a medio hacer o medio bien pues no tienes perdón de dios y entonces cuando eso