
Descripción de Lo que nadie nos contó sobre crecer kn20
En este episodio de Entre Nosotras hablamos sobre cómo cambia la vida con la adultez. Compartimos experiencias, preguntas y reflexiones sobre lo que agradecemos, lo que cuestionamos y también lo que hemos decidido desobedecer. Desde la relación con nuestros papás hasta los momentos en que sentimos que no estamos actuando tan adultas como esperábamos, este episodio es una pausa para mirarnos con honestidad y reírnos a veces de todo lo que nadie nos contó sobre crecer. 39236n
Este contenido se genera a partir de la locución del audio por lo que puede contener errores.
Hola a todos y todas. Somos Marian Morales, Daniela Villa, María José López y yo, Diana Torres.
Cuatro psicólogas, amigas y mujeres con muchas preguntas y muchas ganas de conversar.
Este es Entre Nosotras, un espacio para hablar sin filtro de temas que vivimos, pensamos y sentimos.
Un espacio donde cada conversación es distinta, porque cada una trae su mirada, su historia y su voz.
Una vez al mes traemos un tema, cada una con una pregunta y desde ahí una conversación que esperamos conecte contigo.
Dicen que crecer es una trampa. Cuando somos niñas soñamos con ser grandes, tener independencia, tomar nuestras propias decisiones, hacer lo que queramos.
Pero luego llega la adultez y con ella responsabilidades, duelos, cansancio, tal vez disfrute, rutinas, contradicciones.
Y sin darnos cuenta vamos cambiando, cambia la forma con la que vemos a nuestros papás, cambia nuestra relación con el tiempo, con el cuerpo, con el amor.
Cambian nuestras prioridades, nuestras certezas y también nuestras preguntas.
Hoy nos sentamos a hablar entre mujeres adultas, eso creo, para mirar con honestidad cómo hemos cambiado, qué cosas agradecemos de esta etapa, cuáles nos cuesta aceptar y también qué nos atrevemos a desobedecer.
Este episodio no es una conversación, es una pausa para reconocernos en este espejo que es la otra.
Bienvenidas, bienvenidos, bienvenides a este espacio.
Hoy hablamos de lo que nadie nos contó y es sobre eso que no nos contaron sobre crecer.
Así que bienvenida Maggi, Stanley, Marian, ¿cómo están? Hola, ¿cómo van? Muy bien. Bueno, chicas, pues como la dinámica de nuestros podcast como ya saben es un tema, cada una realizó una pregunta y sobre esas preguntas vamos a ir desarrollando este episodio.
Así que comenzamos con mi pregunta y es ¿cuándo sentiste por primera vez que ya eras adulta? Entonces en ese orden de ideas, bueno voy yo.
Digamos que creo que esta es la única pregunta que pensé.
La respuesta y es que creo que hay dos respuestas.
Cuando yo miro mi vida, creo que fue una niña que desde muy pequeñita asumió un rol como grande, ¿no? Digamos que siempre soñó y creo que siempre tenía ese sueño de cuando me gradué del colegio, todo va a cambiar, ¿no? Es como me voy a poder ir de la casa, voy a poder hacer mis cosas, voy a trabajar, yo qué sé, como esto que uno sueña.
Y empecé a trabajar desde muy pequeña, incluso desde el colegio ya vendía cosas como buscando esa independencia económica, creo.
Y después en la universidad, digamos que tuve, pues hubo unas características y es que estudié de noche y trabajaba de día.
Y pensaba, como estudiaba con gente que era muy adulta, no tuve como ese típico estar en la universidad con peladitos, peladitas de mi misma edad, sino cuando entré a la universidad pues las personas eran como soy yo ahora, un adulto es como 30, 35, algunos tenían 28, los más chiquitos 26, y pues yo tenía 19 años cuando entré a la universidad.
Así que encontrarme con ese contraste y estar trabajando y estar estudiando en la noche, pues tuvo como unas características que creo que tal vez serán diferentes a alguien que está de día, ¿no? Como que tiene ese tiempo para disfrutar más, como espacios libres y demás.
Entonces desde muy pequeña creo que fui una persona muy responsable y muy madura en mis decisiones, yo sí siempre creo que me he sentido grande, eso no quiere decir que ahí fuera adulta, pero sí creo que siempre tuve como un sentido de la responsabilidad y la independencia bastante interesante, que a veces cuando lo miro desde la adulta, digo como lástima, de pronto me perdí de muchas cosas y aventuras, o cosas como espontáneas, por esa actitud que tomé.
No de no divertirme, creo que me divertí demasiado, pero sí de divertirme siempre como con un tono de responsabilidad, y tal vez haciéndome cargo como los demás, o si fueran más grandes de mí, que llegaran bien a la casa, que no nos pasáramos de traguitos, como que todo fuera divertido, pero hasta cierto punto.
Y creo que la adultez llegó para mí, pues puede sonar muy cliché, pero creo que los 28 fue una edad bien importante para mí, ya era independiente de todo, pero como de pensarme las relaciones tal vez más seriamente.
Comentarios de Lo que nadie nos contó sobre crecer 6v5v60