
Descripción de Leyendas de Tiburones Asesinos 1f4o6p
En la antigüedad apenas se sabía nada de los tiburones. Prácticamente solo se tenía constancia de ellos porque a veces aparecían muertos en las playas y de vez en cuando se les veía cuando emergían para comer. Y por si alguien tiene dudas, no, en la agenda de ningún tipo de tiburón está la caza de la especie humana. No fue hasta 1916 cuando se empezó a crear la leyenda negra sobre los tiburones “come-hombres” debido a que en New Jersey (EEUU) se produjeron una serie de incidentes y la reacción a ello ocasionó una oleada de pánico que se tradujo en una caza de tiburones para erradicarlos. Eso quedó marcado en la “cultura popular” estadounidense y en ello se inspiró la novela de de Peter Benchley de 1974, Tiburón, la historia de un gran tiburón blanco que acechaba malvadamente al supuesto pueblo costero de Amity. La novela se convirtió en la fantasiosa e influyente película de 1975, Tiburón, de Steven Spielberg. Y así es como se van creando los falsos mitos. El mar sigue siendo el territorio más inexplorado así como muchas de las criaturas que lo pueblan. El tiburón por tanto se convirtió en la cabeza de turco idónea para explotar el miedo a lo desconocido. El cine, la literatura, y un aspecto imponente hizo el resto. Lo cierto es que por cada humano muerto por un tiburón, el humano mata aproximadamente dos millones de tiburones. Las posibilidades de morir de gripe son 1 entre 63, por una caída es de 1 entre 218, mientras que las de muerte debido a un tiburón son de 1 entre 3,700,000. El tiburón es una especie en extinción y acechada, no por nadie que tenga su hábitat natural en los océanos. Ahora bien, los tiburones son supervivientes. Saben defenderse y saben atacar. Habitualmente no atacan humanos salvo por mera confusión de identidad y rápidamente cuando se cercioran los abandonan. Si entras en su territorio y te ven como amenaza, o les provocas es mejor tener cuidado. 2x2r7
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