LETHANI 8º DONDE LA LLAMA BESA AL AGUA 3j4q2w

Historia 8 donde la llama pesa al agua en tiempos olvidados antes de que los hombres aprendieran a llamar por su nombre a las estaciones hubo una guerra entre los elementos se decía que el fuego y el agua eran enemigos eternos cada uno empeñado en consumir al otro sus batallas podían verse en las tormentas en las olas que golpeaban costas ardientes en el vapor que ascendía desde las entrañas de la tierra era un enfrentamiento sin tregua uno que desgastaba tanto a los contendientes como al mundo que los contenía pero no siempre fue así en la cima de una montaña olvidada existía un lago cuya superficie parecía un espejo bruñido y en su centro una pequeña llama danzaba no había viento que la apagase ni oleaje que la cubriera la gente de las aldeas cercanas decían que allí el fuego y el agua habían hecho un pacto según la leyenda la llama era el corazón de un espíritu y el lago las lágrimas de otro un viajero llegó a aquella montaña guiado por las historias que le prometían respuestas era un hombre joven cargado de preguntas y heridas que no sabían cerrarse llevaba consigo una vasija de cerámica que había llenado en cada rollo y fuente que encontraba decía que en su interior guardaba las aguas de su pasado los recuerdos de todo aquello que deseaba olvidar cuando alcanzó el lago se inclinó sobre la orilla y miró la llama que haces aquí en este lugar donde deberías desaparecer le preguntó pero la llama no contestó sin embargo algo en su danzar le recordó la alegría de un día perdido un destello de risa que una vez fue suyo dicen que la llama puede conceder un deseo múrmulo para sí mismo si te entrego mis aguas me darías paz pero cuando trató de vaciar su vasija el lago se agitó y la llama creció como si protestaran la superficie del agua tembló y en ella apareció su propio rostro pero no de un viajero sino de un niño lleno de esperanzas el fuego la susurró no con palabras sino con calor no puedes apagar lo que eres el viajero dejó caer la vasija y ésta se hundió en el lago en lugar de enfrentarse la llama se inclinó hacia el agua y el agua la abrazó allí en la cima de la montaña comprendió que no hay lucha entre el fuego y el agua sino un momento de unión donde ambos dejan de ser lo que eran para convertirse en algo nuevo moraleja no puedes deshacerte de tu pasado luchar contra lo que eres sólo al aceptar tanto tu fuego como tus aguas puedes encontrar la paz