"La Reflexión: Confía en ti" La Última Estación #8 2q5l5m

Expreso de medianoche, porque nos une el misterio. La última estación con José Paredes.

Viajeros vejeras de la medianoche, bienvenidos una vez más al final de este viaje, el final del viaje en el expreso de medianoche. Aquí en la penumbra de la noche, donde los misterios susurran y las sombras danzan, nos vamos a detener un momento, no para temer a la oscuridad, sino para aprender a verla, a entenderla, y a encontrar en ella un destello de luz que nos guíe. Esta noche, como siempre, quiero hablarles desde el corazón, desde ese lugar donde todos, en algún momento, hemos sentido el peso de lo cotidiano, de esas tormentas que parecen nublar el horizonte.

Hoy el mundo nos desafía, sí, y la vida puede que te haya tratado mal, yo lo sé, lo sé perfectamente, porque leo tus correos, veo vuestros mensajes, vuestros comentarios, historias que me contáis semana tras semana. Hay quienes escuchan este programa mientras el dinero no llega, no alcanza todo lo que entra es poco, mientras las facturas se acumulan como un eco que no se desvanece.

Hay quienes están navegando el dolor de una separación, un divorcio, ese vacío que deja una puerta que se cierra, un adiós que aún resuena. Y hay quienes luchan por una custodia de un hijo, o de varios, por mantenerlos cerca, y eso que más aman, en un camino lleno de incertidumbre y sacrificio. Lo dije la semana pasada, no estáis solos, no estás solo, aquí, en la medianoche, quiero que sepas que en este tren viajamos juntos y esta noche quiero que sientas que hay luz, una luz, aunque sea tenue, que puede guiarte.

Imagina por un momento que la vida es como esta noche oscura que nos envuelve, a veces parece que no hay estrellas, que el cielo está totalmente cubierto por las nubes impenetrables, pero incluso en la noche más cerrada las estrellas están ahí, esperando a que las busquemos. El dinero que no llega no alcanza, el amor que se desvanece, las batallas legales que agotan el alma, son nubes, nubes pesadas, sí, pero no son eternas.

La oscuridad no es el final, es solamente una parte del camino, y en ese camino tú tienes un poder que a veces olvidas, pero yo te voy a recordar.

Cuando el dinero no llega a todo lo que entra es poco, cuando las deudas pesan es fácil sentir que el mundo te aplasta, pero déjame recordarte una cosa, no eres tú todas tus deudas, no eres el saldo de una cuenta bancaria, eres un ser humano, un viajero de esta medianoche con sueños, con fuerza, con historias que aún no has escrito.

El dinero es un medio, no un fin, y aunque hoy no alcance, hay cosas que no se pueden comprar, la risa de un amigo, la mano de un ser querido, el amanecer que siempre llega, siempre. Busca pequeños refugios, un plan para reorganizar tus finanzas, un paso pequeño hacia un nuevo comienzo, habla con alguien, comparte tu cariño.