La Jungla con J.A. Abellán (Jueves 22 Mayo 2025- 4ª Hora) 1q356g

Me encanta cuando se cumple el aniversario de algún show mío. Mira, Marta me lo recordó, que ha hecho un año desde que estuve en Huesca, en el Pirineo. ¡Ay, qué alegría! Un año, ¿y cómo pasa el tiempo? ¡Qué barbaridad! El día 21 de junio queda un mes menos un día.

El 21 de junio tenemos esa peazo de fiesta salvaje del tardeo en el que va a durar un montón de horas, desde las 1.30 y cada hora es distinta a la anterior, y en la que va a haber comida, bebida, rincón para niños. Ayer, una vez más, estuvimos hablando de todo lo que vamos a hacer para niños. Va a estar cojonudo, va a estar divertidísimo. A parte de eso, me quedan tres shows míos, uno en Reynosa, que no quedan entradas, prácticamente no quedan, no, prácticamente sí, prácticamente, quedaban arriba del Gallinero dos o tres.

Luego que Ávila, ese será el día 14 de junio, en el Teatro Santo Tomás, y luego en Valencia, en Flashback, el 27 de junio, viernes, todas las entradas de todos los shows están en lajunglaradio.com, entras y ahí pone shows, entradas, y ahí te va desviando al show que quieras. ¡Hala! Sevilla, 1990, estaba yo hartándome de cerveza con mi gran amigo Eugenio Loco en el bar de Guanichi, a 60 pejetas al tanque. Cuando en Durmiente, y debido a la calocacía, 45 grados a la sombra de un peyotero que daba la peyota como puño, se quita la camisa y eso no era un pecho, eso era un tepeo de mortadelo. Tenía el tío más dibujito que los zapones de la funda.

Yo, Loco, ¿dónde te has hecho esos tatuajes? Dice, ¿dónde lo has hecho? En Barcelona, en todo el medio de la Rambla. Uy, no, una vez que fui para allá. 16.000 pejetas, billetes de autobús, 22 horas de viaje, con un show que el tío era más saborido porque no podía, no paraba el tío ni lo dejó. Por fin llegamos a la estación de San no sé quién a Barcelona. Me bajo. Tres horas buscando la boca del metro. Cuando la encuentro, me meto y me salgo, y cuando salgo otra para la calle.

Allí estaba cayendo agua para llevarse tres meses sin regalas más certas. 2.500 millones de litros por metro cuadrado. ¡Dios mío de mi arma! Barcelona, ¿qué es lo que es? Una ciudad, un pantano. En la Rambla no había gente, no había perro, no había gato ni paloma. Y el chino, ¿cómo va a estar chino? Allí los tíos de los kioscos, en vez de periódicos, estaban vendiendo chubasqueros para cuacanoa. No había visto yo más agua en todos los días de mi vida. Tanta. Hacerme un tatuaje en la cara de camarón.

Muy buenos días, tío. Muy buenos días, ¿qué pasa? O sea, que lleváis al de la despedida soltero, le lleváis disfrazado y todo al tardeo del 21. Esa es la idea.