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Infernum Z
Infernum Z - Libro 4 - El asedio de Plasencia - 028

Infernum Z - Libro 4 - El asedio de Plasencia - 028 3v692

12/9/2023 · 02:31:28
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Descripción de Infernum Z - Libro 4 - El asedio de Plasencia - 028 2h2447

El asedio de Plasencia es la cuarta entrega de la saga Infernum Z. Con mucho humor, mucho suspense, muchos zombis y muy extensa. Casi ochocientas páginas de suspense, en el que, adelantándonos a los personajes, veréis cómo la compleja telaraña se va tejiendo a su alrededor hasta conducirlos a un desenlace inesperado para todos. La infección continúa, pero tras la derrota de Ferranzo las grandes hordas de zombis se han disgregado en pequeños pero muy numerosos grupos. Lo poco que quedaba del gobierno ha desaparecido, por lo que varias regiones se han unido en una Federación cuyo fin es reunificar todos los territorios y alcanzar un ambiente de aparente normalidad potenciando el comercio, la recolonización y el apoyo militar; y los Jabatos, perenne dolor de cabeza del coronel Hernández (al mando de Musel City) han sido nombrados Legados de la Federación para representarla en las negociaciones de adhesión con las ciudades situadas al otro lado de la frontera. Pero esa apacible vida desaparecerá en cuanto les sea encomendada un simple misión. Deberán ir a la Base Origen, una base científica levantada alrededor de la base subterránea nazi de la que surgió Ferranzo, reunirse con los investigadores y, junto con ellos, trasladarse a Plasencia para anular el creciente movimiento que pretende presionar al senado para conceder derechos civiles a los no-muertos. Son muchas las sorpresas que les aguardan en el camino a Plasencia, una ciudad fronteriza excesivamente alejada del resto de asentamientos, y demasiado cerca de la oscura frontera y de lo que se esconde al otro lado de ella. O, lo que es lo mismo, el lugar ideal para acabar con ellos y lanzar un ataque definitivo. Un ataque que, procedente del otro lado del Mediterráneo, se está gestando en lo más profundo del la Base Origen y en el que, tanto los Demonios como los Constantinianos, tendrán un papel dramáticamente fundamental… sin tener ni la menor idea de que quien está realmente al frente de la inminente “Eclosión”, es el único ser al que Ferranzo teme y con el que contrajo una deuda que ahora deberá pagar. Pero, por supuesto, frente a ellos tendrán a los Jabatos, a la Segunda Brigada Cabriteña, a las tropas del Coronel Blanco (acuarteladas en Grajal De Campos), a las del comandante Roberto (de la Ciudadela de Sanabria), a sus habituales compañeros de aventuras (Juanfra, Lucio, Nufrio, etc.) y a dos departamentos de inteligencia al servicio de la Federación: el DAE (Departamento análisis exocientíficos) y la CSIC, “Cooperativa Secreta de Inteligencia Cabriteña”. Aunque… bueno, en realidad estos últimos no son tan inteligentes, así que con ellos de por medio el caos está garantizado. ¿Estáis preparados para afrontar lo que os aguarda? ¡Pues que comience el juego! 1di6d

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Capítulo doce autocares de colonos tras esperar durante varios días a que los zombis se marchasen a que alguien fuese a buscarles o a que apareciese algún equipo de rescate los jabatos decidieron que a pesar de lo cómodos que estaban en el refugio debían aprovechar la repentina marcha de los zombis literalmente habían desaparecido en cuestión de segundos salir y averiguar porque nadie parecía echar les de menos por lo que al octavo día tras conseguir arrancar un viejo renault diecinueve cama de color granate que encontraron en el garaje de una de las casas encararon la carretera que salía del pueblo y condujeron hasta que unos pocos kilómetros después cuando estaban a cinco minutos de entrar en alba de tormes divisaron una columna de humo procedente de al sur y lógicamente siguiendo su habitual mantra de que donde hay humo hay zombis o humanos pusieron rumbo hacia ella frente a ellos tenían cinco autocares ahora convertidos en montones de chatarra humeante y entre ellas decenas de cuerpos esparcidos unos inmóviles y otros heridos que lloraban y suplir acaban ayuda que conste que ya os dije yo que ese humo me daba muy mala espina les recordó pablo al posar la mirada sobre los autobuses volcados en medio del camino que llevaba al convento ya pero también dijiste que era una señal que indicaba nuestra siguiente parada y no me he equivocado parados estamos contestó inhalando profundamente y notando como el aire reaviva su mente al tiempo que está empezaba a hacer una composición tridimensional de la zona del accidente su mirada pasaba rápidamente de un herido al siguiente de un segmento de metal cubierto de sangre á un hombre casi partido endosó a una joven inclinada sobre otra mientras usaba su camiseta para intentar detener la sangre que brotaba de una aparatosa herida que recorría longitudinalmente su vientre por todas partes yacían cuerpos destrozados y supervivientes que corrían hacia los restos de los vehículos entraban en ellos y salían cargados con más cuerpos que dejaban en el suelo algunos de ellos la mayor parte no se movían mientras que otro nos temblaban convulsivamente o gritaban intentando atraer la atención de los que pasaban corriendo cerca de ellos no creo que los zombis hayan hecho esto dijo raúl observando con el rostro demudado la dantesca escena y a las pocas personas que se movían entre los autocares y yo tampoco seguro que esto lo han hecho los mismos que acaba con con los del pueblo dijo bajando del coche y caminando hacia el otro lado del muro el día que descubra quién es el responsable de todas las muertes que nos acompañan allá por donde vamos te juro que le arrancaré la piel a tiras antes de matarlo dijo mientras esquivaban el cadáver de una chica de no más de dieciocho años con un enorme boquete en el pecho en ese instante a raúl se le aceleró el pulso a pesar de que la amenaza de pablo le parecía cruel a medida que sorteaban los cadáveres esparcidos por los alrededores la realidad le hizo comprender porque lo decía todas las víctimas formaban parte de un grupo de colonos que probablemente se dirigían hacia un cercano convento para pasar la noche antes de contin anwar su viaje muchos de ellos estaban tirados por el suelo en posturas que eran incompatibles con la vida pero al llegar ante un boquete abierto en uno de los autobuses se dio cuenta de que algunos de aquellos pobres infortunados que aún permanecían sujetos a los asientos por los cinturones de seguridad ni tan siquiera habían tenido tiempo de quitárselos para salir del autobús ayudémosles dijo pablo acercándose hasta uno de los autocares tened cuidado y procurad no rozar el metal que esto corta como la cuchilla de un bisturí les advirtió al tiempo que señalaba los afilados bordes metálicos del boquete raúl no esperó a que su compañero se lo dijera dos veces y tras a travesar el hueco se introdujo en el interior y avanzó hasta llegar junto a un hombre que atrapado entre dos asientos gemía rogando auxilio pablo que había entrado tras él no pudo evitar estremecerse al ver que el rostro y el pecho del hombre estaban totalmente cubiertos de sangre oscura intentando infundirle un poco de ánimo a su a amigo le dio un par de palmadas en la espalda y se agacharon al lado del hombre no te preocupes amigo te pondrás bien dijo a la vez que le rasgaba la camisa para comprobar la gravedad de sus heridas mierda mira esto susurro raúl con el rostro completamente lívido el hombre tenía un gran trozo de metal clavado a la altura del bazo ya lo veo no pinta demasiado bien contestó mientras revisaba la herida cómo te llamas amigo joaquin encantado de conocerte joaquín yo soy pablo él es mi amigo raúl y juntos vamos a sacarte de aquí me me voy a morir preguntó el hombre con antonio aterrado morirte nombre no contestó pablo forzando una sonrisa que por cierto

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