
Infernum Z - Libro 2 - La batalla de San Cabritos - 022 16z2l
Descripción de Infernum Z - Libro 2 - La batalla de San Cabritos - 022 382k4p
Tras la repentina retirada de la horda zombi que mantenía sitiada la ciudadela de Puebla de Sanabria, justo cuando la caída de la ciudadela parecía ya inevitable, nuestros amigos mantuvieron una inesperada reunión con el ahora coronel del CNI Pérez. El mismo hombre que hasta que la infección se descontroló había sido el oficial a cargo de la investigación sobre las masacres ocurridas en San Facundo y Santa Marina, y de las de las que, tras haber secuestrado un autocar lleno de pasajeros se entregaron a la policía con la esperanza de que sus explicaciones sobre lo que realmente había ocurrido en los dos pueblos fueran suficientes para exonerarlos de toda culpa. Pero no fue así. Durante tres interminables semanas el por entonces capitán Pérez les sometió a continuos interrogatorios en los que todo el grupo se reafirmaba una y otra vez en su versión de lo ocurrido y en que en vez de estar perdiendo el tiempo con ellos, la policía haría bien en ocuparse de buscar a Ferranzo antes de que pudiese expandir la infección. Sin embargo, cuando Pablo, al que la policía consideraba el líder de una especie de secta satánica, se dio cuenta de que la infección se había extendido camuflando sus primeros síntomas con lo que todo el mundo consideraba que era una anómala, pero de ninguna forma preocupante “gripe de verano”, ante la sorpresa de Pérez se ofreció a firmar una declaración de culpabilidad a cambio de que él y sus compañeros fueran inmediatamente llevados a “la zona cero” para realizar una reconstrucción de los hechos. Lo que aconteció después es de todos conocidos. Cuando la policía les escuchó decir que habían encerrado a algunos supervivientes de la masacre en un viejo bunker subterráneo situado bajo un campo de trigo, intentaron acceder a la base subterránea en la que Ferranzo había pasado ochenta años confinado y se encontraron con los zombis que Ferranzo había dejado en su interior para asegurarse de que nadie que llegara hasta ella sobreviviera. Tras haber masacrado a todos los que se encontraban dentro de la zona acordonada, los zombis llevaron la muerte más allá de ella al mismo tiempo que el virus entraba en su última fase de mutación y por toda la meseta comenzaban a darse los primeros casos de infectados que atacaban violentamente a todo aquel que se ponía a su alcance. A ello le siguió el caos absoluto, la anarquía, el cierre perimetral de la meseta y el abandono de todos los que no había podido ser evacuados antes de la instalación de las torretas de fuego automático que la OTAN, bajo el auspicio de la ONU y de la OMS, había decido situar alrededor de toda la zona de cuarentena con el fin de evitar que virus pudiera salir de ella. Pero no lo consiguieron. Así que, tras “arreglar cuentas” con él, y dejarlo tirado en el suelo con la nariz rota, decidieron abandonar Puebla de Sanabria antes de que Pérez ordenase su captura. Y gracias a la inestimable ayuda del teniente Roberto, ellos y los supervivientes que habían recogido durante el trayecto a Sanabria, se unieron a una patrulla y, con la esperanza de encontrar a Sofía, la única integrante que permanecía desaparecida, pusieron rumbo a Ciudad Rodrigo. Pero en esta historia, nunca nada es tan sencillo como debería de ser. Ferranzo les lleva meses de ventaja. Y tampoco se ha olvidado de ellos. Lleva meses aguardando ese momento. Para ser exactos, desde el mismo instante en que Maruja le clavó el cuchillo en el cuello y consiguieron escapar de su emboscada en el cementerio, lo que quiere decir que ha dispuesto de mucho tiempo para planificar su venganza. Él sabe que antes o después caerán en su trampa, y ellos saben que antes o después llegará en momento de la suya. Son dos locomotoras circulando a toda velocidad sobre un laberinto de vías y que, a pesar de ser conscientes de que antes o después colisionarán, siguen adelante porque anhelan que llegue ese instante. asistir a la muerte del rival aunque sepan que hacerlo conllevará la suya propia. 2r122y
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Capítulo veintidós encuentro inesperado en el punto más elevado del pueblo osea dentro del campanario de la iglesia raúl el alcalde y el capitán abascal observaban al ejército de zombis que permanecían concentrados a un kilómetro de la entrada del pueblo justo al otro lado del puente que salvaba el río junto al encinar no lo entiendo a qué coño están esperando esos cabrones pa lanzarse sobre nosotros preguntó abascal sin realmente esperar que nadie le diera una respuesta a que le sacase de dudas me imagino que debe ser cosa de nando él conoce perfectamente nuestra potencia de fuego y sabe que mientras estemos protegidos tras esta muralla no tiene la menor posibilidad de victoria así que seguro que ahora mismo ese cabrón en está intentando reunir al mayor número de zombis que les sea posible después de lo del cortijo dudo mucho de que vaya a arriesgarse a lanzar otro ataque hasta que esté completamente seguro de que nos derrotará y se supone que vamos a quedarnos aquí esperando a que aparezca en compañía de un millón de zombis seguro que eso es precisamente lo qué cree que vamos a hacer sabe que aquí nos sentimos seguros y también sabe que tenemos muchos heridos así que ya sé que a lo mejor lo que voy a decir os parece una locura dijo raúl pero si realmente él se ha ido en busca de más zombis eso quiere decir que ahora mismo no hay nadie que pueda dirigir a los que nos están cercando y como todos sabemos que los zombis no son demasiado listos a la hora de trazar estrategias pues estás proponiendo lo que me estoy imaginando que estás proponiendo si lo que te estás imaginando es largarnos de aquí antes de que aparezca si es justo eso abandonar san cabritos ante el enemigo preg contó el alcalde con tono ofendido no eso jamás los cabritillos nunca hemos despreciado un buen combate y aún mucho menos hemos huido del enemigo es que no se trata de huir señor alcalde lo que estoy proponiendo es justamente todo lo contrario vamos a atacarles ah bueno entonces eso es otra cosa mientras que podamos hacer una buena escabechina entre los enemigos de la patria por mi parte no hay ninguna objeción ya pero cómo lo vamos a hacer preguntó abascal se encuentran a demasiada distancia pues entonces reduzcamos la vayamos a por ello si esperad se interrumpió al escuchar el sonido de lo que parecía ser un lejano combate qué es ese ruido ametralladoras y yo diría que son de gran calibre no espera hay más también se escuchan disparos de armas ligeras y cañonazos no habéis oído un cañonazo sí y eso que suena ahora aparecen explosiones que yo diría que provienen del cortijo nos habremos dejado a alguien allí quién sabe el cortijo es muy extenso y tiene muchas edificaciones alejadas de donde nosotros estábamos y armas capaces de hacer ese sonido sea seguro que algunos de ellos y en el almacén todavía quedaron muchas que no tuvimos tiempo de coger respondió al tiempo que los tres seguían con mirada sorprendida la estela ascendente de una bengala y eso qué es yo diría que alguien nos está pidiendo ayuda sí a mí también me sugiere eso pues ahora solo tenemos que decidir cómo prestársela la brigada pesada cabritilla está lista para partir nuevamente hacia el combate exclamó con orgullo el alcalde nosotros acudiremos en su rescate y si es menester estaremos orgullosos de entregar nuestras vidas por la sagrada cruzada nacional contra los hijos de puta de los muertos gracias por su valeroso ofrecimiento alcalde pero ustedes solos nunca lo conseguirían me parece que vamos a necesitar de todo y de todos para cruzar esa horda si salimos nadie puede quedarse aquí y una mierda pa tu culo argumento por decir algo el alcalde hace eso significaría dejar el pueblo prácticamente indefenso así que de eso ya se puede ir olvidando ya sí ya sé que eso es algo que no podemos hacer y aún mucho menos teniendo en cuenta quedando podría aparecer con varios miles de zombis más antes de que nosotros regresáramos señor alcalde de cuantos vehículos disponemos en total ver tenemos dos land rover largos un poco hechos polvos los dos camiones blindados del servicio de seguridad del cortijo que están muy bien también está el camión del ocio que está hecho una puta mierda el blindado ese que teniendo en cuenta que lo conducía el burro del gervasio no sé ni cómo ha llegado hasta aquí y por supuesto también contamos con los tres tractores de la brigada pesada cabritilla la cual a pesar del golpe de estado todavía se encuentra bajo mi mando y ah sí también tenemos la ambulancia esa que cogimos en el cortijo y que
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