Infernum Z - Libro 1 - Zona de cuarentena - 002 2v5r3a

Día uno salamanca en seiscientos treinta once de la mañana cristina llegada a san facundo en cuanto la suave y femenina voz del gps de su coche un moderno hyundai eléctrico advirtió a cristina de que debía tomar la siguiente salida de la autopista desde a la vista de la carretera miró hacia la pantalla y lanzó un suspiro de alivio al ver que ya se encontraba a pocos minutos del pueblo en el que había previsto detenerse para descansar de las tres largas horas que llevaba conduciendo sin descanso aquel imprevisto viaje la había surgido justo el día antes cuando octavio el propietario de la inmobiliaria para la que ella trabajaba bah le había encargado que se desplazara hasta él para elaborar un informe sobre una enorme propiedad que acababa de entrar a formar parte del catálogo de la inmobiliaria por lo visto el único heredero era el hijo de un emigrante español que vivía en suiza y según le había dicho su jefe su precario estado de salud le impedía viajar a españa y por ello a través de llamadas y correos electrónicos le había facilitado al director de la inmobiliaria toda la documentación necesaria para proceder con su venta y haciendo especial inc bien que debia deshacerse de ella lo antes posible algo que a cristina le resultaba difícil de creer debido al aislamiento de la propiedad que se encontraba situada a unos treinta kilómetros de salamanca pero su aislamiento conllevaba algo que la hacía muy atractiva para un tipo muy especial de compradores aquellos que buscaban grandes propiedades y aquella era gigantesca ya que constaba de una finca de ciento veinte hectáreas de pinares y campos de cultivo una antigua casona de dos plantas y cuatrocientos metros útiles y varias cuadras naves almacenes y pajares repartidos alrededor de la edificación principal tras ascender por el desvío hizo la rotonda cruzó el puente que salvaba la autopista y después de circunvalar una nue eva rotonda circuló por la carretera nacional hasta que al llegar a la entrada de un pueblo giro a la derecha condujo un par de minutos se detuvo en el aparcamiento situado al lado de la iglesia y saliendo del coche movió la cabeza a uno y otro lado para desentumecer el cuello y los hombros estaba literalmente reventada y necesitaba tomar un poco el aire a así que caminó hasta una cafetería situada al otro lado de la calle y frente a la que se extendían media docena de mesas con sus correspondientes sombrillas publicitarias sobre las que se podía leer el nombre de una conocida marca de cerveza apenas se había sentado en una de las sillas cuando la camarera una adolescente que probablemente no debía de tener más de diecisiete años se acercó hasta ella hola buenos días que le pongo preguntó mientras limpiaba con una bayeta la brillante superficie metálica de la mesa hola esto me puedes poner una pepsi light por favor por supuesto ahora mismo respondió colgándose la valleta del delantal y girándose para regresar al interior del local unos pocos minutos después la joven volvió a la mesa y depositó sobre ella el refresco y una pequeña bandeja de cerámica blanca que contenía unas patatas fritas demasiado picantes para su estómago muchas gracias cariño le agradeció con una sonrisa por cierto una preguntita la carretera que lleva a san facundo de bembibre sale de aquel cruce de allí verdad le preguntó señalando hacia la iglesia si en el cruce gire a la izquierda y conduzca durante unos veinte kilómetros hasta alcanzar san facundo así que no tiene pérdida bueno ahora que lo pienso será mejor que esté bien atenta para no pasarse el cruce de largo porque creo recordar que el cartel que indica el desvío está caído pero no se preocupe que es muy fácil usted solo tiene que continuar todo recto por esa carretera y cuando vea un pueblo a la izquierda estese atenta para salirse de la carreta era general que el cruce debe andar cerca