Incendio en La Puebla de almoradiel. 6l385

Bueno, tenemos a nuestro alcalde aquí ya en los estudios atendiendo ahora mismo a otro medio de comunicación y por línea telefónica a Ana Lara de La Vega del Zurrón.

Ana, comienzo contigo.

Muy buenos días, Ana.

Hola, buenos días.

Bueno, Ana, imagino que ya con menos nervios y menos susto que el que os disteis ayer, ¿no? Sí, hoy ya estamos más tranquilos.

Seguimos igual de indignados por la situación o estamos más tranquilos, desde luego.

Indignados porque, claro… Indignados porque, bueno, este tipo de incendios evidentemente son provocados cuando hay varios focos y, bueno, siempre estamos en la cifra.

O sea, que no entendemos por qué la gente actúa de esta forma.

Ana… O sea, lo pueden, pues eso, parecer vidas, o sea que… Exactamente, porque además vosotros teníais el restaurante a tope, celebrando comuniones, salió un montón de gente por las casillas y el incendio se fue de madre, así de claro.

Sí, sí, la verdad es que al principio, como muchas, muchas, muchas veces, porque creo que llevamos bastantes incendios de lo que va de año, pues bueno, quedan en algo menos, pero es que este fue tremendamente salvaje.

O sea, es que corríamos riesgo, bastante riesgo.

Ana, ¿y vosotros os obligaron, claro, a desalojar La Vega? Sí, bueno, nos aconsejaron más bien.

El 112 se puso en o con nosotros y nos dijo que iba a valorar un poco la situación, porque llamamos para saber en qué situación estábamos, qué teníamos que hacer.

Nosotros veíamos mucho humo, pero no veíamos la gravedad, pero claro, la gente que teníamos estaba muy inquieta, estaban…, las dos primeras comuniones se fueron muy deprisa porque estaban muy asustados y, bueno, prácticamente habían acabado.

Estaban ya como relajados, tomándose una copa y tal.

La última comunión, que es la que sí que tuvimos que desalojar ya a las cinco de la tarde, cuando ya se pasó a nivel uno.

Entonces, pues bueno, había bastante humo, estaba muy cerca, muy cerca del camino.

Ya veíamos las llamas desde la portada y ya era pues mucho riesgo, ya no solo de incendios, sino de que se abatiese el humo al del suelo y pudiera provocar intoxicamientos o cualquier cosa.

Claro, porque no es solo el fuego que te pueda quemar, sino que el humo te puede asfixiar o cualquier otro problema.

Claro, es que después de los antecedentes que hay con riadas y con COVID, con mil cosas, parece que las cosas como que no nos van a llegar o que no nos van a pasar, pero que sinceramente es que pasan de un minuto a otro.

Entonces, cuando se trata de vidas, lo más lógico es, pues eso, apercibirse.

Claro, exacto, porque luego ocurre algo y hay que lamentarse.

Vosotros hicisteis lo correcto, lo que os dijeron que había que hacer.

Nos dijeron que por precaución, por precaución, desalojáramos.

Entonces, pues no nos quedó más remedio, es que veíamos que podía pasar cualquier cosa.

Y los niños de la comunión, pues bueno.

Pues muy tristes, de hecho, lloraban muchísimo.

Sobre todo el niño que hizo la comunión, se sentía muy mal.

Estuvimos hablando con sus padres y nos dijeron que luego ya en casa que lloraba mucho porque decía que no era justo que en su comunión pasase eso, que no había pasado nunca algo tan grave.

Bueno, pues lo que pasa, los mayores no lo entendemos, los niños menos.

Menos todavía.

Bueno, Ana, pues ¿qué te voy a decir? Que nos alegramos mucho de que no pasará nada, de que dentro del susto pues solo se quedará en eso, en un susto.

Y que bueno, que ha sido un incendio, como bien has dicho tú, que podría haber costado vidas porque sabemos que había gente en las casillas.

Había mucha gente en las casillas, celebrando muchas cosas o celebrando una tarde de domingo, un día de domingo espectacular, porque todo estaba disurriendo con total normalidad.

Y claro, pues un poco se te viene un poco todo abajo, pero bueno, lo importante son las vidas y muy agradecidos por todas las fuerzas de seguridad y por eso que estuvieron defendiendo también pues mucho, mucho lo nuestro, o sea, estuvieron defendiendo el complejo bastante.

Bueno, Ana, pues os agradezco de verdad que hayáis estado con nosotros, me imagino que hoy estáis por allí, pues claro, evaluando todo, aunque no habéis tenido ningún daño, pero sí que salisteis, como quien dice, por deprisa.

Claro, aquí todos tuvimos que desalojar a todos, a los trabajadores que no se querían ir, los pobres que querían quedarse, que se querían quedar en el barco.

Y bueno, tranquilos, iros y mañana, mañana seguiremos, si Dios quiere, y no pasa nada.

Así que así ha sido, hoy estamos por aquí y estamos recogiendo y limpiando todo lo que dejamos aquí a media.

Pues Ana, un beso muy grande, gracias por atendernos a nuestros clientes y amigos, pero muy agradecidos por la ayuda que nos prestaron todas las fuerzas y cuerpos de seguridad.

Bueno, y dando gracias de que no haya pasado nada.

Un beso, Ana.

Un abrazo a todos.

Buen día.