Ilustres #27 - Horacio Altuna 3e1o4x

Hay maestros y maestros, algunos se destacan por su labia, otros por su forma de ser, otros por los consejos que dan. Ahora bien, hay otros que enseñan con la mano y con el lápiz, que nos muestran cómo hacer las mejores minas, los mejores tipos y posiblemente las historietas más conocidas de Argentina. Hoy tenemos el honor de charlar con uno de los grandes e históricos de la Argentina, con ustedes Horacio Altuna.

Bueno, hay personas a las que uno le tiene que decir maestro y a veces a uno le sale más maestro que Horacio, Horacio Altuna, le digo Horacio entonces, veo cuando hay gente que dice no me digas usted, decime vos y todo eso, pero es un respeto histórico, lo cierto es que a veces uno vivió la vida leyendo material que dibujaste Horacio, de distinta manera, y por ejemplo en mi caso desde muy chico y de loquerín, con algunos materiales, y yo más allá de hablar de mi niñez, que la verdad que importa nada y poco, lo quiero llevar a su Córdoba natal, a cuando era un pequeño, ¿cómo era ese Horacio? Pequeño, muy pequeño, porque en Córdoba viví un año, no me acuerdo nada.

Ah, ¿y después a dónde se fue? Después viví en 14 sitios diferentes, soy un nómado.

Un itinerante.

Mi viejo era bancario, el Banco Nación, entonces ahora que es sociedad anónima esa no pasará más, pero mi viejo iba de sucursal en sucursal digamos, entonces conocí muchos lugares.

O sea que de Córdoba tiene el documento nomás.

Exacto, sí, pero después mirá, viví en Tostado, al norte de Santa Fe, en Sastre, que queda cerca de San Jorge, por ahí a mitad de Santa Fe, Mecochea, Lobería, Lobos, Chacabuco, General Rodríguez, La Plata, Capital, Ramos, Aedo y ahora acá.

Podríamos decir de Aedo a España en un solo trabajo.

Bueno, se fue moviendo por distintos lados, por el oficio de su padre.

Ahora, ese chiquitito, ese pequeño Horacio, ¿qué vínculo tenía con el dibujo tan chiquito? Nada, me gustaba, como todos los chicos me gustaba dibujar, pero no recuerdo nada que sea definitorio, digamos, ¿no? Yo sí recuerdo historietas que leí cuando tenía 10, 12 años, que leía una revista que se llamaba Rayo Rojo, que es el principio, el principio de cuando Chivitar recién llegaba a Argentina y empezaba a publicar revistas, que después sí fueron ya una gran editorial, ¿no? Con, como ves, bueno, ubicaba Cinemisterio, bueno, ahora Misterix, Misterix, claro, Rayo Rojo, Misterix, Cinemisterio, bueno, en Misterix salía, en Misterix creo que salía, como ves, salía el Sargento Kirk, ¿no? Y bueno, mira, va por ahí, esos son mis inicios que yo recuerdo, son así de aficionados de leer, pero no de estar vinculado al dibujo, siempre me gustó dibujar con otros chicos, pero no, pero siempre de una manera muy buena como hobby.

Ahora, en ese, digo, jugaba, me imagino, la vida de un chico, ¿no? Pero, ¿en qué momento alguien dijo, yo quiero que dibuje a este pibe? O en tal caso, usted se dio cuenta de que tenía, digo usted vos, te voy a decir vos a partir de este momento, ¿en qué momento te diste cuenta? Che, dibujo bien, qué sé yo, dibujo, y está bueno lo que hago.

No, yo en el cole dibujaba siempre, entonces entre los compañeros de mi cole, siempre me decían que dibuje alguna mina, o que lo dibuje a ellos, o que dibuje tal situación, y eso era mi...