
Identificación y no identificación (2ª parte) 1y6a10
Descripción de Identificación y no identificación (2ª parte) 483m56
Dos formas posibles de relación correspondientes a una primera educación y a una segunda educación 5c6b9
Este contenido se genera a partir de la locución del audio por lo que puede contener errores.
Buen día, estimados y estimadas internautas. ¿Cómo estáis? ¿Cómo os sentís? ¿Cómo estáis tratando la vida? ¿Cómo os estáis relacionando con los aconteceres y las circunstancias que la vida os presenta? Las personas que tenéis a vuestro alrededor y con las que, de alguna forma, os tenéis que relacionar.
Bueno, nosotros por acá, gracias a Dios, seguimos en este propósito de transmitir algunas ideas cuyo significado pueda ser útil para el desarrollo de la conciencia.
Bien, hoy vamos a seguir hablando del tema que ya iniciamos en el audio anterior donde hablábamos de la identificación como forma de relación mecánica y habitual que tenemos con la vida y la no-identificación.
Este tema, como ya dijimos en el audio también anterior, es un poco espinoso, un poco complicado porque estamos tratando un asunto con el cual los seres humanos en general se nos pone, digamos, en entredicho, con lo que no estamos nada familiarizados y nos cuesta un poco entender este tipo de cosas.
Pero, como dijimos en el audio anterior, vamos a intentar también explicar esto.
Bien, dijimos que la identificación es la forma de relación que hemos aprendido y adquirido en nuestra vida desde nuestra más tierna infancia.
Desde que éramos unos niños empezamos a relacionarnos y a aprender esta forma de relación que se inicia, por decirlo así, a partir de la percepción de nosotros mismos como un yo, como un alguien, como un yo que es un ego que es diferente, que es permanente, que es estable, un yo único y que está separado de todos los demás.
Y esta percepción tiene también la característica de que nos identificamos con ella, es decir, le ponemos la energía que se nos es otorgada en esta vida, esa energía desde el plano psicológico, la depositamos en esta percepción y entonces hacemos que esta percepción y esa energía se conviertan en la misma cosa. Ese alma o esa esencia que somos los seres humanos se transforma en ese sentimiento o se convierte, por decirlo mejor, en ese sentimiento, en esa idea del yo que tenemos de nosotros mismos.
A partir de aquí, de esta identificación con nosotros mismos, con ese sentimiento que tenemos de nosotros mismos, comienza todo un proceso de identificación con todo lo que sucede dentro de nosotros, es decir, con una identificación con todo lo que pensamos, con todo lo que sentimos, con todo lo que creemos, con todo lo que sentimos, con todas las emociones y sentimientos que suceden dentro de nosotros y con todo lo que hacemos.
Esta forma de relación es la que ha gobernado y ha dirigido nuestra vida y aún lo sigue haciendo desde siempre. Aquí cabe una pregunta que yo me he planteado.
Que no soy nada más yo que yo que me la planteo, sino que es una pregunta que ya está planteada hace mucho tiempo también. Que es que si esta forma de relación, basada en lo que estamos denominando la identificación personal, es la única forma de relación que es posible al ser humano. Porque ahí está ese dilema, ¿no? O sea, los seres humanos no tenemos la posibilidad de relacionarnos con nosotros mismos y con los demás y con el universo de una forma diferente que no sea a través del yo o del ego.
Esto es una buena pregunta que pareciera que nadie se hace, que nadie se plantea, pero que creo que es bueno planteársela y hacérsela porque podría dar lugar a un posible descubrimiento de muchas cosas, ¿no? Como estamos diciendo, pareciera que esta forma de relación basada en el ego es la única posible para el ser humano si observamos
Comentarios de Identificación y no identificación (2ª parte) 5l1y54