Horror en el Orient Express. Sesión 34. Capítulo Seis. (Muerte sobre una góndola. Los leones de Santa María) 5d354g

Bienvenidos a Horror Cósmico, el podcast de rol que te hará perder cordura.
Vamos a empezar la sesión número 34 de Horror en el Orient Express.
Capítulo 6. Muerte sobre una góndola.
Venecia. Esa otrora. Capital de un gran imperio.
Esa pujante república. De la que ahora no queda nada.
Apenas casas coloridas, como un telón de fondo.
Una obra minada. Un paisaje de cuento.
Recorrida por canales. Surcada por campos.
Todos y cada uno de ellos, tal vez con un pozo en su centro.
Carihuelas estrechas. Pequeños puentes.
De vez en cuando, alguna que otra góndola. Barcazas.
Ruido de constructores. Pero lo que fue, ya no es.
Y ahora solo queda el recuerdo. Una ciudad dormida.
Solitaria. Y la niebla lo cubre todo.
La humedad de la niebla os golpea el rostro.
Mientras vuestros pasos caminan por esas estrechas calles.
El suelo es húmedo. Y podéis oír los golpes batientes de suaves olas.
Tal vez impulsadas por el paso de alguna barca que no podéis ver entre la niebla.
Puede que hayáis cruzado un puente sin límite.
Sin verja. Vuestros pies resbalan.
Y el eco de vuestros pasos resuena en esa callejuela.
Tal vez, de vez en cuando, ese eco sea devuelto desde atrás al fondo.
Un eco de paso similar al vuestro. Como si fuese una copia.
Vuestro mismo ritmo. Ese escalofrío que os recorre la espalda
tal vez sea debido al frío. Mientras os arrebujáis en vuestras ropas.
La humedad se cuela por los resquicios de las telas.
Y la sentís como una mano que os agarrara. El sol puede que esté allí arriba.
Como un disco plateado. Apenas se entrevé entre la niebla.
Delante de vosotros, en una esquina, una imagen.
Una imagen sagrada de una virgen. En piedra.
En la esquina de esa callejuela. Y sobre esa imagen, flores.
Docenas de flores frescas. Y a sus pies, una mujer arrodillada.
Cubierta con un manto. Sus manos entrelazadas.
Y una letanía constante. Un poco más allá hay un hombre.
Con el sombrero quitado. Sujeto con las dos manos sobre el pelo.