Horror en el Orient Express. Sesión 29. Capítulo Cinco (Nota a Nota. Las Danzantes) 6u5t1t

Bienvenidos a horror cósmico el podcast error que te hará perder cordura vamos a empezar la sesión número veintinueve de horror en el orient express dejamos atrás el paisaje gris y brumoso de lausana ahora que sabemos que esa niebla como nace londres nos cambia de una forma u otra alrededor del tren el monto también cambiar igual que cambiamos nosotros con él montañas altas te picas canosos pasos altos blancos puros aire frío y vital alguna pequeña laguna clara el atisbo de algún animal salvaje y libre un paisaje albino con árboles que aguantan el peso de la nieve como nosotros aguantamos el peso de nuestros actos y arriba un cielo azul despejado corremos junto a ese tren azul y dorado ese signo de majestad tecnología que atraviesa un mundo aún virgen donde no gobierna el hombre si es que realmente gobierna incluso en los interiores de esos vagones metálicos aprisionados en su propia urbanidad rectitud y moralidad ilusoria recorremos sus formas nos adelantamos a él contemplamos la negra locomotora como una figura dictatorial que nos obligará a avanzar con ella su chimenea expulsa humo negro con odio y furia como solo el ingenio humano sabe hacer ante nosotros el paso de los alpes el paso a italia cuántos han recorrido estos pasos estas puertas para llegar a italia el paso del cual del atreverse por donde aníbal llegó a las verdes praderas de un nuevo mundo el paso del mont cenis por donde constantino y su ejército cruzaron para enfrentarse con urgencia el paso del gran san bernardo y el paso de san gotardo pasan desapercibidos en la oscuridad de la noche el mundo sigue cambiando mientras lo atravesamos ahora pastos nevados amplias el brillo de algún río lejano con algunas pequeñas casas y pueblitos adosados a él italia pero el tren continúa sin parar con un leve traqueteo suave de pronto todo cambia de forma abrupta la visión de algún trozo verde entre la nieve deja paso a un lugar industrial del color del cemento pesado recto impasible como la locomotora de este mismo tren el cielo vuelve a ser gris invernal mezclado lo lejos con el humo de las indus estrías de milán milán rodeada de una zona industrial que la cerca aquí en el centro el orient express se detiene con esfuerzo en la estación central de milán los pasajeros parecen dispuestos a bajar pero no así el tren a pararse un extraño movimiento de resistencia hace que las ruedas sigan girando sobre sí mismas produciendo chispas en los raíles la inmensa masa de la locomotora chilla como si su conductor hubiese por fin tomado la máquina la maniobra produce un humo y un hollín que cubre toda la estación la estación central de milán está cubierta con andamios mientras docenas de trabajadores se cubren sus bocas con telas evitando respirar el humo de esa forzosa parada la estación está siendo remodelada y sobre sus arcos de piedra algunos andamios mientras los obreros limpian esa misma piedra pero sobre esa piedra de milán esa misma milán la mediolanum que hace tantos siglos recibió a constantino sobre esa piedra de milán que siempre ha sido benévola con los visitantes ahora hay un inmenso cartel