El Horror de Dunwich Parte 2 Relato de H.P Lovecraft 366o3f

El horror de tan week entretanto el viejo weekly se pulsa restaurar las partes hasta entonces inutilizar de la casa un espacioso edificio con la fachada posterior totalmente empotrada en la rocosa ladera de la montaña hasta entonces las tres habitaciones de la planta baja habian bastado para albergar a su hija y á él empezó las obras nada más nacer wilbur tras poner en orden uno de los numerosos cobertizos donde se guardaban los aperos entablar lo y colocar una nueva y resistente cerradura sus manías se reflejaba tan sólo en un afán por tapar herméticamente con tablones todas las ventanas de lana restaurada revistió toda la habitación del nieto con sólidas estanterías hasta el techo sobre las cuales fue colocando poco a poco y en orden cuidadoso los antiguos volúmenes de libros que hasta entonces habían estado amontonados de mala manera en los más insólitos rincones de la casa esa me han sido muy útiles decía el viejo mientras trataba de pelar una página suelta de caracteres góticos pero estoy seguro de que el chico sabrá sacar mejor provecho de ellas quiero que estén en las mejores condiciones posibles pues todos van a servirle para su educación cuando william contaba un año y siete meses su estatura era la de un niño de cuatro años hablaba muy fluido andaba solo por los campos y empinadas laderas y acompañaba a su madre sus correrías por la montaña cuando estaba en casa no cesaban escudriñar los extraños grabados que encerraban los libros de su abuelo mientras el viejo le instruía en medio del silencio de largas e interminables tardes para entonces ya habían concluido las obras de la casa y quienes tuvieron ocasión de verlas se preguntaban por qué habría transformado una de las ventanas del piso superior en una maciza puerta entablada nadie se hacía la menor idea de que porque habría construido una sólida rampa de madera para subir hasta ella para cuando las obras estaban a punto de concluir la gente advirtió que el viejo cobertizo de los aperos volvió a quedar abandonado la puerta estaba siempre abierta de par en par y cuando el resollar un día se adentró en su interior con ocasión de una visita relacionada con la venta de ganado se extrañó enormemente del apestoso olor que se respiraba en el cobertizo un hedor que no guardaba parecido con nada conocido salvo con el olor que se percibía en las inmediaciones de los círculos indios de la montaña y que no podía provenir de nada sano ni de esta tierra en los meses que siguieron todo el mundo juraba percibir un ligero pero constante aumento de los misteriosos ruidos que salían de la montaña la víspera del primero de mayo de mil novecientos quince se dejaron sentir tales temblores de tierra que hasta los vecinos tails bree pudieron percibir laos y unos meses después en la víspera de todos los santos se produjo un fragor subterráneo asombrosamente sincroniza con una serie de llamaradas ya están otra vez en los cuente con sus brujerías decían los vecinos de tan with wilbur seguía creciendo a un ritmo prodigioso hasta el punto de que al cumplir cuatro años parecía como si tuviera ya diez leía ávidamente sin ayuda alguna pero se había vuelto mucho más reservado su semblante denotaba un natural taciturno y por vez primera la gente empezó a hablar del incipiente aspecto demoníaco de sus facciones este chico a veces se ponía musitar en una jerga totalmente desconocida vía cantar extra