El hombre del Salacot 2h2e1f

Oye oye muchacho ahorita señorita es curioso que no fuera ni la piel de leopardo ni las fotos ni las historias llenas de risas sobre negritas gandules que contaba mi padre lo que despertara en mí la añoranza por un lugar que no había conocido siempre fue ese dedo meñique condenado a permanecer tieso inútil la única herida visible que mi padre se trajo de hace el que encerraba todas las promesas de aventura de selva de libertad no hubo tiempo para hacer preguntas pero desde entonces quise saber que sintió aquel joven al que un día le dio por jugar abogando ya solo quedan ruinas de un tiempo que sin serlo parece tan remoto cuando guinea era un pedazo de españa que les traería hasta aquí cómo vivieron y que sintieron en esta tierra extraña llamo pedro de jagua ganga tengo sesenta y cinco años mi tiempo colonial no olvide donde sufríamos he sufrido mucho tiempo colonial por los blancos españoles muy mal muy mal va el cántaro compramos unos sueldos muy escasos pero se sufría nos paralizaban como animales este mismo señor brillante de este piso josé maría de araoz cuando trabajaban con él pues un un obrero que viene detrás diez minutos llegara a la pila se le tiene que castigar por cincuenta palos en el culo él decía te voy a dejar ahora el culo poco una pata de amargura después de haberle maltratado perro sin pagarle el jornal de aquel día todos los grandes siempre el blanco era el único día aquí uno solo blanco solo valía para mí blancos ay señor aquel solo en el medio en el bosque los nivel niveles viaje pues venían como como si tuvieran mis blancos aquí el sueño del españolito medio que viaja guinea a fines de la posguerra poco tiene que ver con el espíritu romántico de aventura que alentó los corazones de los jóvenes blancos que acudieron a la llamada de áfrica en el siglo anterior ahora es la pura necesidad la escasez y el deseo de ganar dinero rápido sino que les empuja hasta allí cuando estaba preparando para ir a venezuela a encontrar la oportunidad de ir a un empleo de contable en guinea y considerando que ir a venezuela era el extranjero y quedarme en guinea era quedarme en españa pues opté por quedarme en españa lo que nos empujaba a marcharnos a guinea era precisamente lo la aventura y un poco lo desconocido yo era funcionario del estado había hecho oposiciones tenía mi vida resuelta árabe el día uno y tenía la vejez garantizada ya firmé el contrato y embarque en el poeta arolas salir de las palmas en el poeta roja llegué en el día