Hadoken Rojo #194 - Shinobi, Bungie y lo mejor de Konami 68144g

Hola, bienvenidos, bienvenidas a un programa más de Hadoken Rojo, el número 194, programa en el que, como podéis ver, tenemos a Don Alberto Moral de Galleta, que hacía tiempo que no se pasa por aquí, y a Don Evil Ridículo, que ya es más habitual. Pero, pero, antes de nada, rápidamente hay que dar las gracias a todos aquellos que, bueno, todos aquellos cientos, me cuenta, cientos que se han hecho con la leyenda de Nintendo 64, que es este, joder, es este mamotreto que tenemos aquí, que es, bueno, lo que ya lo sabéis, obra que hemos hecho ahí, para honrar el legado de esta consola, muy muy particular, como todo el mundo sabe, y que está teniendo una gran, un gran recibimiento. De hecho, nosotros estamos encantados de cómo ha quedado, la verdad, a todos los niveles, o sea, el tema materiales, tema maquetación y demás.

Así que, agradecimientos por ahí, y por otro lado, también hay que agradecer tanto a Oxxo, como a la gente que se pasó por allí, como a los asistentes al Templo del Arcade, que hicimos también una presentación este sábado, bastante chulo, por cierto, lugar que no conocía, que está en Griñón, aunque se van a trasladar ahí en breve, y estuvo fenomenal. De hecho, joder, el Templo del Arcade estaba hasta arriba, estábamos ahí atacados.

Yo encantado, pero la gente tenía un poquito de calor, así que se estuvo, estuvo muy bien. Así que nada, hay que repartir, hay que repartir ahí agradecimientos. Pero bueno, don, venga, don Moral, ¿qué tal estás? Me voy a interesar un poco por ti. Aparte de ultrapálido, tío, yo no sé si eres así ya, es muy ocupante. Sí, está consumido, es un rey, tío, está consumido.

Bueno, no sé si soy albino. En persona soy bastante más, soy bastante más renegrío, o sea, respondo más al fenotipo genético del español medio, que es que es bajito y renegrido. O sea, yo soy esa, yo entro ahí. Vale, vale, o sea, eres pobre y tienes una cámara de mierda, ¿no? Esa es la respuesta, ¿no? Sí, básicamente. Aunque parezca que estoy en el chalet de la segunda residencia de Hugh Hefner, no, o sea, no es el caso, no os creáis nada. Está bien, está bien, ahí el fondito que has puesto.

Ahí el pianito, ahí. Sí, sí, el piano de cola mola. Sí, sí, sí. Ya me tocaba cambiar el halo divino que me pongo siempre, que queda fatal, o sea, que parece que estoy en plan Jesucristo Superstar, no es lo que quisiera yo. A ver si te crees tú que eso queda bien. Mejor que el fondo, es increíble, tío, el otro día Adri se puso el mismo, el de, sí, sí, sí, el muro ese horroroso ahí debajo de, pues es lo que había elegido aquí el moral antes de empezar, pero bueno, cada loco con su tema. Tengo que pensar algún día en hacer algo con el wallpaper engine, alguna escena chorra o algo por aquí, ponerlo en bucle y que pase detrás de mí. No sé ni lo que es, o sea, me lo imagino por contexto, pero no sé, no sé, la primera vez que oigo eso.

¿Y tú, Evil? ¿Te suena eso de wallpaper que han dicho? ¿Engine? Como no sea eso que dice que tiene scroll, que se ponen un montón de streamer, que es lo del Street of Rage, así detrás corriendo. Podrías ser, o sea, básicamente para los que no lo conozcan, es un programa que te puedes hacer tus propios fondos de pantalla, animarlos como tú quieras, ponerle los elementos que te dé la gana, y ya te digo, no es un fondo estático, es un fondo que se hace con animación, o sea, que está en movimiento. Tiene cosas chulas, la verdad.

Es una cosilla bastante curiosa. No te peta el PC. No, no, no, porque es que hay gente que lo tiene encendido todo el rato, tanto cuando juegan, como cuando están trabajando y demás haciendo streamings, nunca da fallos. Es una auténtica maravilla, yo creo que es, de los programas que no son juegos, es de los más descargados de Steam. Ahí lo dejo. Joder, macho, está puesto a la última en mierdas, eh, Evil, ¿qué te parece? En adornar ahí la streamación, tío. La streamación, hay que dar una capa de streamación a todo esto, me gusta eso.

Madre mía, qué asco, tío. Don Evil, tío, hablando de asco, arcadas y náuseas y demás, ¿qué tal estás, tío? ¿Qué tal andas? Bueno, como siempre, lunes así, después de trabajar, cansado, cansado. Y encima estoy con los públicos en la nariz, que estoy ahí con esta voz nasal que da asco, tío.

Tengo unas ganas de que me den el tratamiento y poder respirar normalmente, tío.

¿Qué ibas a decir? Tengo unas ganas de morir y ojalá, tío, pues sí, tío.

No, hombre, no. Yo me voy poniendo pequeños objetivos en la vida, Sergio. Ahora tengo el objetivo de jugar al Ninja Gaiden 4.

Me voy poniendo pequeños objetivos en la vida. Es la ilusión de vivir, tío. Ya poco me queda.

Cuando has dicho que era con lunes, con ganas de terminar de trabajar, he dicho, si estamos a lunes.