Guido Morselli y una Roma sin Papa 3a365m

Hello, criaturos. ¿Cómo estáis? Feliz lunes y buen inicio de semana de 15 al día, donde ya hemos pasado los 100, lo cual es bastante histórico. Y bien, sí, sí ha tenido una cierta incidencia en número de suscriptores, pero como siempre os recuerdo, ya sabéis, podéis suscribiros, podéis poner corazoncitos, que es algo que nos gusta, me gusta más bien, y además es útil para que esto vaya subiendo.

Y, por supuesto, ya sabéis que ahora los sábados se dedican a un programa especial que es sólo para fans. ¿En qué consiste? Pues consiste en que es más largo y es el modo que el servidor Jordi Corominas ha optado, barra decidido, para ver si os animáis a darnos apoyo, porque yo creo que el programa lo merece, ¿no? Es decir, estamos haciendo, o estoy haciendo, es el hábito esto de hablar en el plural, mayestático, pero estoy haciendo, digamos, un esfuerzo y me gusta que el programa sea diario y, bueno, si hagan recompensas de otro tipo será fantástico. Hoy ya lo veis, Roma sin papa, que es como estamos. Toda la semana hemos estado hablando de la ciudad eterna, unos con más suerte que otros. A mí, en ocasiones, me parece francamente un despropósito llevar a gente ahí a narrar las cosas a lo loco.

No por nada, a ver, es normal, es lo que se hace siempre, pero, como he dicho en algún programa, es un tema muy específico que requiere de expertos y, entonces, yo, para no hacer el ridículo, lo que haré hoy es hablaros de un libro, este Roma sin papa, de Guido Morselli, que es un autor ciertamente espectacular, muy interesante, distinto, no traducido por ninguna editorial española, lo cual tampoco me extraña, y que yo quiero presentaros, dada la situación histórica en la que nos encontramos. Por cierto, esta semana es muy histórico-política, entonces, ya veré cómo la monto, pero mañana, sin ir más lejos, nos iremos con Benito Mussolini y diréis, hombre, ¿pero no lo asesinaron hoy, 28 de abril? Lo asesinaron hoy, sí, pero el 29 de abril es el día de Piazzale Loretto, de los cadáveres colgando, y es una historia digna de ser contada también por El Espacio.

Bueno, tendemos una semana un poco fascista, hay que decir, tendemos a Hitler, tendemos a Mussolini, y seguramente el 2 de mayo también hagamos algo para conmemorar la caída de Berlín, porque dentro de la caja de sorpresas que yo puedo ser, aunque no lo tengo tan claro, mi interés por la historia es obvio, y lo podéis consultar, pues yo que sé, a través de cómo enfoco los temas, en artículos del Confidencial de hace siglos, donde cada semana tocaba temas históricos, y bueno, pero hoy literatura, y para empezar, ya que estoy haciendo una intro larga, os diré que hablaremos también, de nuevo, del tema de los rechazos, porque Morselli, en este sentido, es paradigmático, vale la pena contar su vida, es lo que vamos a hacer junto a su libro, y por lo tanto, queridos, empezamos.

Stop. Y esta semana también tendremos preguntas de los oyentes, por supuesto, ya sabéis, oyentes15aldía.com, espero recibir más preguntas, van llegando, pero, como siempre digo, es una sección muy escuchada, y dado que la audiencia, pues sigue siendo fiel, y nos mantenemos en unos números muy dignos, o sea, estamos siempre por encima de los 150 oyentes diarios, etcétera, etcétera, pues yo espero más preguntas, o sea, porque la idea es crecer, y crecer, y crecer, pero bien, oh, dios mío, nunca mejor dicho, Roma senza papa, Roma sin papa, el otro día, el domingo pasado, leí un artículo de una persona que, la verdad, a mí no me apasiona en absoluto, habló de Rosa Montero, y comentaba toda la cuestión del mercado editorial, porque claro, a ver, entre las muchas resacas que tenemos, también está la de San Giordi, y vosotros me diréis, ¿y cómo encajamos todas estas piezas. Pues es muy fácil, Rosa Montero hablaba de que a veces en la industria editorial se dice eso de, oh, es que este autor vende poco, pim pam, dios mío, y eso a veces directamente finiquita carreras. Una editora me dijo el otro día