El Gato al Agua | 21/05/25 3i5q15

Muy buenas noches señoras, caballeros, bienvenidos al gato, al agua. Hay cosas que es duro comentar y que es duro reconocer porque a nadie le gusta reconocer que vive en un país miserable, pero me parece que los españoles tenemos que empezar a hacernos preguntas terroríficas respecto al orden o más bien el desorden que nos gobierna.

Vamos a ver, estamos viendo cómo surge poco a poco, cómo emerge el asunto de este político canario que tenía relaciones especialmente, dejémoslo peligrosas de momento, con un narcotraficante libanés. Tenemos detrás sin salir de canarias el asunto del tito Bernie y su despliegue de mujeres y coca y esas cosas.

Tenemos también, y hay que decirlo, es el elefante en la habitación, a una esposa del presidente del gobierno que viene del mundo de la gestión de prostíbulos masculinos, o mejor dicho para hombres que no para homosexuales.

Tenemos al núcleo duro del presidente del gobierno que emerge de la amistad trabada en un puticlub, el socialismo de puticlub, todo el mundo conoce la historia, Coldo, Santos, Zerdán, etcétera. Tenemos a prostitutas colocadas con dinero público dentro de la istración General del Estado o sus empresas anexas.

De verdad, por no entrar ya en el asunto de las eventuales convivencias políticas, policiales o judiciales con las tramas de prostitución descubiertas en el asunto de las menores tuteladas. Entonces hay que decirlo porque es así, como lo de ese jefe de la UDEF que tenía su casa empapelada con billetes. Esto es terrorífico, es que España es un país podrido. Vamos a ver, que los poderosos se corrompan forma parte de la naturaleza de las cosas, ha pasado toda la vida de Dios.

Que los corruptos se hagan con el poder es otra cosa y es exactamente lo que está pasando en España al parecer. Todo lo que estamos viendo es alucinante y me parece que es preciso decirlo y es una reflexión que tiene que hacerse muy particularmente la izquierda. Mucha gente que dice que la izquierda es así, no es verdad. Yo que soy viejo ya, he conocido mucha gente de izquierda, es perfectamente decente. Es más, la izquierda española había fabricado desde hacía tiempo su propia línea de reflexión ética y demás y con ejemplos muy concretos de gente absolutamente decente.

Entonces así que cuando Felipe González sacó el carácter del impulso ético, usted no se acordará porque es muy joven, pero yo me acuerdo bien, justamente lo que más se le reprochó cuando aparecieron los primeros casos era que dónde había quedado el impulso ético. Bueno, sí, pero por eso es la izquierda la que tiene que hacerse la reflexión. ¿De verdad han llegado a tal grado de ceguera emocional e irracional que son incapaces de verlo? ¿No son capaces de ver que todo lo que ellos dicen, que piensan, todo eso que ellos dicen, que creen, se ha convertido en realidad en pura retórica para envolver una banda de potenciales delincuentes y digo potenciales para que no me metan a la cárcel a mí? Pues me parece que es una pregunta que hay que hacerse, sobre todo por parte de la izquierda española, si aún existe tal cosa, más allá de las prostitutas, la cocaína y los catálogos de condo, porque efectivamente nos han convertido en un país miserable. 21.48, 20.48 en las Islas Canarias y nosotros muchísimas cosas que contar, a ver lo que nos da tiempo, porque se ha puesto la actualidad que no se puede usted ni imaginar.

Titulares. Bueno, para empezar, a pie de tribunal lo anunciábamos estos días, con nosotros esta noche está Marta Castro, portavoz jurídica de Vox, para contarnos cómo están todos, bueno, todos no, casi todos y cada uno de los casos de corrupción, porque en todos ellos está personada Vox, cómo está el asunto de las mascarillas de Ábalos, de Coldo, de Aldama, de Begoña, qué pasa con el fiscal, todo eso uno por uno para que sepamos minuto y resultado, con perdón, de la corrupción gubernamental.

Dentro de este capítulo, pues este caballero que ve usted ahí, Santos Cerdán, efectivamente, el número 3 del PSOE, secretario de la organización, relevo de Ábalos en ese puesto en Ferraz, que ahora mismo empieza a oler a carne de banquillo, particularmente por la poca vehemencia con la que le han defendido hoy sus propios compañeros del partido. Aquí la cosa huele fatal, fatal, fatal. Contaremos cómo es este asunto y de qué exactamente sería sospechoso Santos Cerdán.

Vinculado a esto, inevitablemente, hay que hablar del singular cariz.