Expedientes extra académicos 16 - Barcos fantasma I 4q4i4z

Buenas noches, bienvenidos y bienvenidas, una vez más, a los extra académicos aquí en la Academia de los Nocturnos.

Perdone todos porque no hemos podido estar durante todo este tiempo subiendo estos programas extras, pero sobre todo ha sido debido a problemas laborales, o sea, ya no problemas, sino a motivos laborales.

Su trabajo yo creo que no puede ser bueno, yo creo que no es bueno, porque te quita la vida más rápido de lo normal, pero claro, el que no trabaja no come, no cobra, y el que no cobra pues no puede hacer cositas, y como queremos hacer cositas pues tenemos que trabajar.

Aparte de eso, como ya habréis comprobado, en los programas en abierto que os estamos ofreciendo ya hay nueva colaboradora, que de hecho ya esta noche comienza con nosotros, y no es otra que la becaria Lola Velasco, hola Lola, buenas noches, ¿cómo estás? Buenas noches, Félix, peleando mi puesto de becaria con uñas y dientes a ver si subo un poquito en el escalafón, quito.

La verdad, perdóname por lo de becaria, ya iré sacando otro tipo de sinónimos o adjetivos, porque bueno, aquello fue la primera que me vino a la cabeza y con esa al final te van a llamar la becaria Lola, ya verás, ¿eh? Me encanta, no me importa, me encanta.

No, no, pero más becario soy yo, que yo sí que soy aquí el último mono, el que menos sabe de nada, y la verdad es que aquí el becario soy yo, los verdaderamente maestros de todo esto, no maestro, no me gusta esa palabra, que maestro no hay de nada, maestro es el único, maestro es el que tiene el título de maestro, punto, los demás de maestro nada, pero los que sabéis sois vosotros, los colaboradores sobre todo de la academia, los mejores, y tú entre ellos, eso que lo digas, amiga Lola.

Pero bueno, como siempre, vamos a seguir con el mismo contexto que llevábamos anteriormente, vamos a hacer dos programas mensuales hablando de los mismos casos, o sea, hablando de un tema, como ya hicimos anteriormente, si os recordáis que hablamos de enigmas en el nazismo y tal, bueno, pues esta vez vamos a hablar de barcos fantasmas, vamos a hacer dos programas hablando de esos barcos fantasmas, de esos buques que desaparecen en aguas, en cualquier tipo de mar, de océano, y que vuelven a aparecer, que la gente dice que los ve por ahí, por aquellos mares, por esos lares saliendo de entre las olas, apareciéndose, yo sí, aún no he visto a nadie, o no hay que yo sepa recogidos testimonios, de que vayan allí como los Jack Sparrow y tal igual, saliendo con los sables y diciendo, aquí estoy yo y te voy a cortar la garganta, malaje, pero bueno, en una de esas quizá nos llegue un testimonio que pueda ser así.

Lola, querida Lola, vamos a hablar de unos cuantos, de unas cuantas leyendas, de esos buques, de esos barcos fantasmas. ¿Qué te parece empezar? Sí, vamos a empezar ya, porque no vamos a dejar que pase más tiempo, yo creo que la gente estará ya ansiosa también, al igual que nosotros. ¿Te parece que hablemos de Octavio, la leyenda del buque fantasma? Sí, atrapado en el hielo durante catorce años, casi nada.

Si hablamos de barcos fantasmas, el Octavius es una de esas historias que nos hace dudar entre la leyenda y la realidad. Imagina un navío perdido en el Ártico, navegando a la deriva, con la tripulación congelada, atrapado en el tiempo. A ver, es una imagen que está sacada de una pesadilla, pero esta historia, según cuentan, sucedió de verdad.

Por bien el año 1761, cuando el Octavius, un barco mercante británico, zarpó de Londres con destino a China. Todo marchó bien en la ida, pero en el viaje de regreso, su capitán cometió un error fatal. En lugar de seguir la ruta tradicional, decidió tomar un atajo por el paso del noroeste, que era una travesía muy peligrosa, que atravesaba las frías y traicioneras aguas del Ártico.

Y ahí se torció todo. El barco quedó atrapado en el hielo y ya no se volvió a saber nada de él.

Ya luego no se sabía nada.