La Escuela Austriaca de Madrid - La historia como nunca te la han contado | Cristobal Matarán 3h574w

Muy buenas a todos, bienvenidos un día más a otro episodio de Uncast.

Hoy estamos en Madrid, en la sede de Unión Editorial, y tenemos el placer de contar con Cristóbal Matarán.

Bienvenido, Cristóbal.

Hola, Jorge, gracias por invitarme.

Muchas gracias por venir.

Tenemos aquí el libro de la Escuela Austriaca de Madrid, que vamos a tratar un poco en el día de hoy, junto a otros temas que vayan surgiendo.

Como siempre, la charla tranquila para que vaya fluyendo.

Así que nada, vamos a empezar.

Cristóbal, primero que nada, ¿cómo empezaste a tener estas ideas o cómo empezaste a interesarte por estos temas que no son muy mainstream? Es muy interesante que me hagas esta pregunta.

Esto ya me lo he contado antes.

Cuando yo estudiaba en la Universidad de Jaén, durante unos exámenes que debía ser junio, así con mucho calor, yo escuchaba bastante la radio.

Y en un programa, Juan Ramón Rayo, habló de dinero, crédito bancario y ciclos económicos.

Porque además, yo empecé la carrera en septiembre de 2007.

O sea que era gran recesión ya en las puertas.

Entonces, pues debía de ser como 2009, 2008, 2010 aproximadamente.

Entonces, dije, bueno, yo sentía mucha curiosidad intelectual porque estudiaba macroeconomía, economía aplicada, pero las explicaciones que me daban eran muy poco satisfactorias.

Recuerdo una anécdota que un profesor de la carrera, explicando las recesiones, dijo que no estaba muy claro por qué se producían las recesiones.

Y yo pensé, digo, bueno, pues la economía, vaya ciencia más mala, que no es capaz de explicar por qué se producen estos episodios de auge y de recesión prácticamente inevitables, ¿no? Al menos eso pensaba yo en ese momento.

No es que me fuera a volver marxista, ¿de acuerdo? Pero bueno, el caso es que cuando Rayo habló de este libro, pues dentro de seguir buscando, ¿no? Como se suele decir, vi que estaba en la biblioteca de la universidad.

Pero no exactamente en la biblioteca, estaba en la universidad, pero estaba en el departamento de economía.

Y estaba en depósito.

Entonces, para que te prestaran ese libro, había que rellenar una instancia como de investigadores, etcétera, porque tenían solo un ejemplar.

Y ya te digo, no estaba en biblioteca, estaba en departamento.

La rellené, me dejaron el libro y lo saqué.

Entonces, yo empecé a leerlo pues justo al acabar exámenes.

Era, pues ya te digo, en Jaén, el mes de junio, son 65 grados a la sombra, más o menos, para que te hagas una idea.

Entonces, empecé a leerlo, recuerdo leerlo en el balcón y me impresionó tanto que es que lo leí como en cuatro o cinco días, sin exagerar, porque además estaba ya de vacaciones, leyendo prácticamente dos capítulos por día, reflexionando mucho y fue, hombre, como San Pablo cayéndose del caballo, o Isaac Newton con la manzana o algo así, ¿no? Que dije, ahora lo entiendo, ahora por fin soy capaz de entender lo que pase y de más o menos ver las señales del mercado que me van a guiar cuando esto va a volver a pasar.

Luego, a partir de ahí, bueno, me quedaba, si mal no recuerdo, me quedaba un curso de la universidad, que ya lo terminé y yo empecé a, estuve nueve meses trabajando en banca.

Entonces, lo bueno es que tenía las tardes libres y me dejaba bastante tiempo para seguir profundizando, etcétera, que fue cuando me embarqué a la lectura porque yo aún no estaba haciendo la tesis doctoral ni nada, no tenía intención de dedicarme a la docencia ni a la investigación.

Cuando se me iba a acabar el contrato, tenía que pensar que iba a seguir haciendo, ¿no? Entonces, decidí, descubrí, también curioseando por internet y en foros y en Twitter y etcétera, vi que existía un máster en escuela austríaca, aquí en la Universidad Rey Juan Carlos y se me ocurrió matricularme.

Yo lo cursé en el curso 2013-2014.

O sea, yo me matriculé más o menos, debía ser como abril, mayo, más o menos de 2013, que fue un éxito porque luego me he dedicado profesionalmente a esto, ¿no? Cursé el máster y yo durante el máster sí fui haciéndome a la idea de que tenía que meterme en la escuela de doctorado, porque si me quería dedicar a la investigación, la docencia es la segunda parte, pues había que pasar por el aro de la tesis doctoral, que es que hay que pasar por ahí, hay que sufrirlo y ya está.

Entonces, al curso siguiente, volví a hacer el trámite istrativo, yo soy amante de los trámites istrativos, como podrá verse, y el doctorado...