Volviendo a la isla misteriosa 3s301r

¡Volviendo a la isla misteriosa! Los amigos se prepararon para acompañar a Remy en su búsqueda de la verdad sobre su pasado y su conexión con la isla.

Rosita estaba emocionada de conocer a la osa que le había ayudado, y los demás estaban ansiosos por descubrir la tribu de la familia de Remy.

¡Vamos a encontrar la verdad sobre mi padre y la tribu! Estoy listo para enfrentar lo que venga.

¡Estamos contigo, Remy, no te dejaremos solo! ¡Miau! ¡Vamos, vamos! ¡Voy a encontrar a la osa que me ayudó! ¡Quiero agradecerle por salvarme! Los amigos se dirigieron hacia la parte de la isla donde Remy creía que podría encontrar información sobre su padre.

Mientras caminaban, se encontraron con la osa que Rosita había conocido anteriormente.

¡La osa que me ayudó! La osa se acercó a Rosita y la miró con ojos cálidos.

Hola pequeña, me alegra verte de nuevo.

¿Qué te trae a esta parte de la isla? Lo primero, agradecerte tu ayuda, no solo llevándome sana y salva a la choza, sino también por entregarnos la planta que nos ayudó a hacer la poción.

Diana asintió con la cabeza.

¡Oh, estamos buscando la verdad sobre el pasado de Remy! ¿Sabes algo sobre la resistencia en la isla? Sí, conozco a algunos de los de la resistencia.

Puedo llevarlos a conocer a su líder.

Mientras caminaban con Diana a través de la isla, los amigos encontraron un río turbulento que bloqueaba su camino.

Este río es peligroso, debemos encontrar una forma de cruzarlo sin peligro.

¿No hay un puente cerca? No, Remy, pero conozco un lugar donde el río se estrecha y podemos cruzarlo con más facilidad.

Los amigos siguieron a Diana hasta el lugar indicado, donde encontraron una serie de rocas que sobresalían del agua.

¿Cómo vamos a cruzar esto? Debemos saltar de roca en roca.

Es un poco peligroso, pero es la única forma de cruzar.

¡Miau! Yo voy primero, yo voy primero.

Puedo mostrarles cómo se hace.

Misu saltó de roca en roca con facilidad y los demás lo siguieron con más o menos éxito.

Rosita saltó intentando mantener el equilibrio.

Sin embargo, su pieno llegó a la siguiente roca y cayó al agua con un gran chapoteo.

Ha caído al agua.

El agua fría y turbulenta la envolvió y Rosita comenzó a luchar por mantenerse a flote.

Diana se lanzó al agua sin dudarlo.

¡Rosita, agárrate a mí! Diana nadó hacia Rosita y la agarró bien fuerte, manteniendo la flote.

La roca se aferró a Diana con todas sus fuerzas.

¡No te preocupes, pequeña, estás a salvo! Diana comenzó a nadar hacia la orilla, llevando a Rosita con ella.

La osa era fuerte y nadaba con facilidad, a pesar de la corriente turbulenta.

Finalmente, Diana llegó a la orilla y con unas hojas secas tapó a Rosita, que roció y se sacudió temblando de frío.

¡Oh, estás bien, pequeña! Diana sonrió y ayudó a Rosita a ponerse de pie, envolviéndola bien para que se calentara.

Rosita se sintió agradecida por la ayuda de Diana y se prometió a sí misma que nunca olvidaría este momento.

¡Rosita, estás bien! ¡Oh, Rosita! ¡Oh, Rosita! ¡Qué tonto he sido, perdóname! ¡No me di cuenta de que eres demasiado pequeña y te tenía que haber llevado sobre mi lomo! ¡Miau! ¡Oh, sobre el mío! ¡Perdónanos, Rosita, por no ser conscientes de tu tamaño! ¡No pasa nada! ¡Diana me ha salvado! ¡Lo importante es que todos estamos bien! Ahora que hemos cruzado el río, estamos más cerca del campamento de la Resistencia.

De repente, se escucharon disparos y explosiones en la distancia.

¿Qué está pasando? ¡Oh, no! ¡Parece que la Resistencia está siendo atacada!