Episodio 2 - La Banda del Patio 4z5z2i

Cuando hacemos algo mal, lo aceptamos, lo reconocemos y nos disculpamos. No es tan complicado.

Quizá puedas pensar que a lo mejor no estás equivocado. Puede ser así, por supuesto.

Pero cuando nos dan miles de razones para demostrar que lo has hecho mal, pues debemos hacerlo anteriormente dicho. Repito, no es tan complicado.

Pues parece que a los políticos eso no es que les parezca difícil. Es que para ellos la palabra disculpa no existe directamente. Ya pueden demostrarles con miles, millones de razones que lo que han hecho está mal, que siempre tiran balones fuera, se excusan, se inventan cualquier chorrada, se enrocan en su posición y nunca, jamás piden perdón.

No es tan difícil averiguar de quién estoy hablando en estos momentos, pues su papel me está pareciendo de lo más vergonzoso que se ha visto nunca en este país.

Pero no solo su actitud es realmente asquerosa. El resto de personajes que lo apoyan, deberían caer con él en el mismo momento en que la jueza que está investigando todo indique que este señor es un completo inútil y que toda la responsabilidad de alertar a la población era 100% suya. Parece mentira que 4 meses, casi 5, después de la tragedia de Ladana sigamos sin saber qué hizo Mazón.

Hemos visto cómo a la mujer de Pedro Sánchez le han pedido hasta la partida de nacimiento de su tatarabuelo. Pero nadie ha ido a lo entorro a saber si comió allí realmente. Nadie ha preguntado a la periodista que supuestamente comió con él para que de su versión. Y repito, y aquí casi generalizo, pues muy pocas veces se ve a políticos pedir disculpas por sus acciones.

Acabemos con esto y que se depuren responsabilidades. Afortunadamente hay una jueza en Catarroja que está investigándolo todo y ya está llamando a declarar algunas personas. A Mazón le ha dicho que si quiere que vaya. Y él ha dicho, hombre, bueno, vaya, iremos. Y nada.

Después de esta serie aparrafada, vamos con la comedia, vamos con Laura Purrela.

Bienvenidos. Una semana más. Venimos con una semana de retraso, pero lo compensaremos.

Lo compensaremos, os lo prometemos. Javier Calvo, Joby, ¿qué tal? Pues muy bien, con muchas ganas de estar aquí otra vez. Por fin hay picorcito de grabar.

Tenemos, teníamos ganas. Y atención, hoy sí que estamos felices porque en el mismo estudio, aquí a mi vera, a mi derecha, José Luis del Pozo. ¿Qué tal, José? Ha llegado la leyenda. Por fin. Gracias, gracias. La verdad es que la gente que te reciba de esta manera es impresionante. ¿Cuánto hacía que no grababas con un micro delante profesional? Y otro detrás. Hombre, a ver, el que tengo en casa es bastante bueno. Lo que pasa es que en un estudio así, con mesa de mezcla astral, pues hace bastante tiempo. Hace años.

Yo creo que desde que grabamos Laura Purrela allí en Embajadores. En el primer programa de todos. Hace mucho tiempo. Madre mía. Yo creo que aquel fue el último que grabamos, que yo grabé al menos con un estudio así. En un estudio profesional. Pues nada, estamos supercontentos porque hoy, por fin. No, yo estoy más contento aún. Porque está con nosotros Jesús del Prado. Gracias. ¿Cómo estás, Jesús? Pues estoy bien.

Estáis nerviosos. Estoy bien, estoy nervioso. Estamos nerviosos pero porque estamos contentos de estar juntos. Estáis nerviosos porque se viene un programón. A ver, la semana pasada fue un programa top. Hace ya. Para mí es la semana pasada. En el último programa. Aunque grabamos cada dos y han pasado tres. Pero para mí es la semana pasada. Ese fue top. Pero es que no sabéis lo que se viene encima. Yo tampoco, la verdad. A tú sí que no sabes lo que se te viene encima en el bucaque de hostias. Es que no te lo imaginas. No adelantemos, no adelantemos, no adelantemos.

Yo voy a decir que están aquí elucubrando sobre qué personaje he escogido. Porque vamos a hacer el adelanto antes de que llegue el momento. Esta semana el bucaque de hostias será villanos de los 90. Que no lo dijo Joby en su día pero nos lo dijo por privado. Entonces villanos de los 90.

Recuerda que siempre que decimos un tema vetamos un ejemplo. Y yo les veté el T-1000, el Terminator malo de Terminator 2. Ese que vayas andando o no vayas andando siempre acaba cogiéndote corriendo o lo que sea. Un personaje que jamás en la vida hubiéramos escogido ninguno de los dos. Por eso yo no participo porque ya se hubiera ganado.